Se puede amar sin sufrir cuando se ama sin enrojecer.
Detesto la vulgaridad del realismo en la literatura.
Al que es capaz de llamarle pala a una pala, deberían obligarle a usar una. Es
lo único para lo que sirve.
La imposibilidad en que me encuentro de probar que Dios no existe,
me prueba su existencia.
Bajo un gobierno que encarcele a alguien injustamente,
el sitio adecuado para una persona justa es también la cárcel.
Estamos tan acostumbrados a disfrazarnos para los
demás, que al final nos disfrazamos para nosotros mismos.
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