-Donde hay
poca justicia es un peligro tener razón.
-Eso es de
cajón.
-No, no.
De Quevedo.
Un ladrón a la media noche se mete en una casa a robar. Entra por una
ventana, y cuando está adentro en la oscuridad oye una voz que dice:
- ¡Jesús te está mirando!
Entonces, el ladrón se asusta y se detiene. Luego como ve que no ocurre nada continúa. Y de nuevo la voz le dice:
- ¡Jesús te está mirando!
El ladrón asustado prende la luz y ve que la voz venía de un loro que estaba en una jaula, y el ladrón le dice:
- ¡Ahhh, que susto me diste! ¿Cómo te llamas lorito?
Y el loro le responde:
Me llamo Pedro.
- Pedro es un nombre extraño para un loro.
Y el loro le contesta:
- Más extraño es el nombre Jesús para un Doberman.
- ¡Jesús te está mirando!
Entonces, el ladrón se asusta y se detiene. Luego como ve que no ocurre nada continúa. Y de nuevo la voz le dice:
- ¡Jesús te está mirando!
El ladrón asustado prende la luz y ve que la voz venía de un loro que estaba en una jaula, y el ladrón le dice:
- ¡Ahhh, que susto me diste! ¿Cómo te llamas lorito?
Y el loro le responde:
Me llamo Pedro.
- Pedro es un nombre extraño para un loro.
Y el loro le contesta:
- Más extraño es el nombre Jesús para un Doberman.
Doctor, doctor, a mi niño le han puesto gafas.
¡Ostras, que nombre más feo!
¡Ostras, que nombre más feo!
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