Todos somos aficionados. La vida es tan corta que no
da para más.
Quien toma bienes de los pobres es un asesino de la
caridad. Quien a ellos ayuda, es un virtuoso de la justicia.
¿Quién es libre? El sabio que puede dominar sus
pasiones, que no teme a la necesidad, a la muerte ni a las cadenas, que refrena
firmemente sus apetitos y desprecia los honores del mundo, que confía
exclusivamente en sí mismo y que ha redondeado y pulido las aristas de su
carácter.
La ciencia es como la tierra; sólo se puede poseer un
poco de ella.
La mejor manera de mantener tus amigos es no deberles
ni prestarles nada.
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