domingo, 13 de abril de 2014

poesía nº 250



Al dejar de lado todo,
todo lo que quise me ha abandonado.
Buscar la sonrisa una vez más
donde la caricia se quedó sin voz,
muda la piel,
ya no reconoce mi tacto.
No quiero volver a lo de ayer;
duele menos una equivocación inevitable
que un acierto que pudo ser,
porque la esperanza aguanta los fracasos
pero no ver como muere sin intentarlo.
Mirarme en otro espacio diferente.
Serme a mí mismo un espejo de blancura.
Atarme a un prefacio de tu verbo.
Esculpir el epitafio de todo lo que no es nuevo.
¿Me has inscrito en tu registro?
La extrañeza me persigue como exponente al infinito
Y no quiero.
Volver a lo de ayer.
Donde la caricia mudó la piel.
No equivocarme con la esperanza
sin intentarlo de nuevo.
Perderme sin no decirte.
Quiero.

No hay comentarios:

Publicar un comentario