Temprano, a la
mañana.
Te observo y te
acepto
Tal como eres,
pequeña
Y extraña como
el reflejo
De una luna
lejana
En el espacio,
el tiempo,
Pálida y
taciturna.
Me levanto y me
despejo,
Esquivo a la
nostalgia
Dejándola en el trastero.
Me lanzo hacia
el futuro
Con la furia que
no puedo
Ya reprimir
dentro de mí,
Que ocupó todo
mi cuerpo
Secando todas
mis lágrimas
Con la sangre
del recuerdo.
Sin embargo sigo
aquí,
Debajo de este
cielo
Que aún aguanta
la presencia,
Su orgullo a seguir
siendo
Libre, mi casa y
cobijo
En estos días
que espero
Paciente y mudo,
dormido.
Sigo aquí, sigo
aquí, quieto,
Sigo aquí, sigo
aquí, sigo
Andando y te
observo,
¿No me ves? Yo a
ti si,
Pero extraña y
desde lejos.
Por eso acércate
a mí,
Transparente y con
aliento,
Que hoy tengo
frío en el alma
Trémula y
absorta, que hoy tengo
La hoguera casi
extinta,
Que hoy anhelo
un beso,
Que hoy, solo
hoy, escribo,
Y en el verso
dejo el miedo.
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