Nuestro sentimiento, insepulto en sepulcro,
a ojos de la iglesia es séptico,
pues aún siendo Dios amor puro
dicen no poder haber sentimiento
apasionado entre beatos varones.
¡Pobre iglesia engreída! Que pregonando
su lema a modo de religión
no aprueba a veces su propia verdad
negándole el sentimiento a su mismo pastor.
¿No es lo importante para Dios
el amor puro? ¿No es amor mi amor?
¡Iglesia insensible!
hombre soy y a hombre amo,
no me negarás el derecho
a que nuestra felicidad compartamos.
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