Y no sé, del
amor, cuántas lágrimas
Han nacido, si
acaso el tiempo diario.
Respirar tu
momento al momento
De exhalarlo, de
sentirlo amado,
Ver en ti lo que
se me fue lejos
Pero que aún
permanece a mi lado
En tu persona,
mía o tuya, ya
No lo sé, de los
dos, y que sin embargo
No pertenece a
nadie porque se
Marchó. Cuánto
amor gastado
En la rutina de
la vida, muchas
Veces sin pasión
(tal vez adormilado
Sentimiento
abstracto), tantas veces
Sumido en el
sueño de tus brazos.
Para qué decir
que te quiero (como
Si no lo hubiese
ya demostrado),
Qué más da
callarlo, si ya lo sabes;
Años en tu
almohada y tus zapatos
Sosteniendo tu
sombra y claroscuro
Para querer ver
tu muerte despacio.
Por eso cuando
caigas levántate
Y camina,
levántate llagado,
Dolorido,
alegre, famélico,
Cojo, susurrante
o sonámbulo;
Pero levántate,
que quiero verte
Cerca, necesito
verte a mi lado
Eternamente,
porque ya no soy
Yo sin ti; por
eso, mi querido amado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario