viernes, 4 de abril de 2014

poesía nº 134



La historia acabará en un instante
Después de que el reloj marque la hora,
Los segundos marchan a su destino
Rápidos, el tiempo se desmorona.
Sin embargo, sé que debe de haber
Ese futuro delante nuestro,
Que nos espera tras surcar el mar
Con los brazos abiertos en el puerto;
Un futuro de paz por recompensa
A nuestro sudor, nuestro sufrimiento;
Un futuro de no superlativos,
Donde no haya pobres, ricos, ni reinos.
La tempestad podrá romper la vela,
El mástil, el timón, el barco; nunca
La voluntad. La esperanza de ser
Libre de aliento a seguir en la lucha.
Y al final del camino, en la playa
De la infinita tierra prometida,
Gritaremos ¡libertad! Y habremos
Encontrado el sentido a nuestra vida.

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