Qué le voy a hacer, soy un esperanzado sin remedio.
La catástrofe que tanto te preocupa, a menudo resulta
ser menos horrible en la realidad, de lo que fue en tu imaginación.
Para llegar a ser sabio, es preciso querer
experimentar ciertas vivencias, es decir, meterse en sus fauces. Eso es,
ciertamente, muy peligroso; más de un sabio ha sido devorado al hacerlo.
Se tiene la edad que se quiere tener, y también la
edad del dinero que se tiene.
El tiempo existe para que no todo ocurra al mismo
tiempo… y el espacio para que no todo te ocurra a ti.
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