domingo, 23 de marzo de 2014

poesia 245



Más a veces los sueños
también se agotan.
El ideal que no tiene
fondo
engaña con su forma
mitificada.
¿No te has dado cuenta?
La tragedia de no saber
de su equilibrio
inconstante,
de su punto recóndito
que por anhelo
solo
produce un momento
ficticio.
¿No te has dado cuenta?
La meta se aleja cuanto
más se camina hacia
ella,
porque la meta, como
casi todo,
no está fuera sino
dentro.
Me dirás que la flor se
te marchita
y que la lluvia,
en lugar de amamantarla,
solo la destroza.
¿Quién te dijo
el nombre de las cosas?
Me dirás
que la voz se te sumió
en las sombras
y que su sonido
se agotó entre las
baldosas.
Y más
que aunque a veces los sueños
también se agoten
la tragedia es
contingente,
y si una vez la luna fue
llena
también será nueva,
y las risas que
sumergieron
el barquito
emergerán  de nuevo el horizonte,
para que con suerte
la muerte
traiga otra vez
las flores.

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