Te
eché de menos cuando fui a la universidad, de veras. Claro que luego conoces
gente y todo eso, pero aún así... Cambiar de ciudad no es tan fácil. Sin
embargo fueron buenos años, creo. Pero el primer curso me sentí solo, sobre
todo al principio, y si no acuérdate de todas las cartas que te escribía.
Fueron seis buenos años. Es cierto que podría haberla acabado antes, pero a los
veinte no era cuestión de agobiarse mucho, había que "vivir la vida",
¿verdad?. Supongo que Paula sería de las aplicadas, le pega mucho. De todas
formas yo creo que sólo jode con su ordenador, amargada de mierda... Sólo
espero que a nadie se le ocurra un día de estos organizar una comida de los de
la promoción. Debe ser lamentable ver una panda de frustrados contando sus
grandes logros, intentando esconder la sensación de la más absoluta basura debajo
de la alfombra mientras el triunfador vuelve a triunfar en la fiesta, creyendo
que toda su maldita persona vale su peso en oro y sonriendo mientras enseña sus
blancos dientes perfectamente limpiados con Colgate.
Ya
está amaneciendo, cómo pasa el tiempo. Y eso que parece que haya salido hace un
momento de casa. El tiempo pasa demasiado deprisa. Parece que fue ayer cuando
estábamos en el parque con los perros. O en la playa viendo aquel sol rojo.
Hacía bastante frío, pero allí estaba yo, valiente, y el sol también lo sabía.
Nunca pensé que podría ser de esa forma. Era una imagen preciosa, aquel globo
rojo subiendo... Hubiese sido mejor con alguien cerca, pero por lo visto en
esta vida no se puede tener todo. Sí, es posible que con alguien al lado no me
hubiese fijado tanto, pero de todas formas creo que los buenos momentos
necesitas compartirlos con alguien. Y allí estábamos los dos, el globo rojo y
yo, él subiendo y yo solo en medio de la playa...
...para lo que podría ser no me parece tanto,
porque además la forma no lo es todo. Puede que en otra situación una
determinada disposición cambie la perspectiva y entonces a saber cuál puede ser
la elección correcta. No es cuestión de adivinanzas sino de sentido común.
Después de todo, una opinión siempre es una opinión, nada más.
...ahora que las estrellas se han ido a
dormir. Quizá te con-viertas en una de ellas, como en las películas de Kapa.
Aunque seguramente te vas a tener que joder porque allí arriba también está ya
todo lleno, y te pudrirás en medio de una plaga de gusanos verdes y blancos
moviéndose con espasmos lentos. Es algo que no te voy a perdonar tan
fácilmente. Putadas de éstas no se le hacen a un amigo, y tu y yo éramos
amigos, ¿no?. Joder tía, todavía quedaba sitio para ti aquí abajo... Primero mi
hermano, ahora tú... Joder, intente comprenderme, yo soy el que se queda, no
tú. Haberme dicho algo, no sé, una señal, pero no ésto. El Señor Mierda ha
querido aterrizar y no ha encontrado mejor sitio que mi cabeza, joder...
Querría tener un submarino y esconderme en él
dentro de mi bañera, para esconderme un poco y que todas las bombas cayesen
fuera. Y de hacerlo tardarían, porque aunque no lo creas nadie empieza buscando
en un submarino. Fuera tengo frío. Y miedo otras veces. La oficina está llena
de hombres grises y las calles de baldosas y de bolsas de pipas vacías. Desde
arriba es mejor. Es como un cuadro. Las de la caja tonta parecen muñecas de
porcelana que se van a romper. Seguro que viven ahí dentro, un día miré por
detrás pero no tenía puertas. Odio la comida precocinada y no sé cocinar más
que huevos fritos. También odio la generación precocinada y los envases
defectuosos. He robado. Te juro pequeña que tengo miedo y Dios no me ayuda,
seguirá dormido todavía.
...Ese soy yo arrinconado,
ese soy yo en el punto de
mira...
¿Por qué duermo mal las
noches?
...He intentado conservarte,
y ahora no sé si lo he
logrado.
Oh, no, ya he dicho
demasiado.
Y todavía no he dicho
suficiente.
Creí haberte oído reír.
Creí haberte oído cantar.
Creí haberte visto
intentarlo.
Todos los susurros,
todas las horas pasadas.
Escogiendo mis confesiones,
como un toro perdido de la
manada...
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