lunes, 17 de marzo de 2014

poesía 311


He escrito todos mis poemas
entre deseos, pensamientos y dilemas.
He esperado media vida
(de la otra media no me acuerdo)
para hablarme sin problemas,
buscando las palabras,
las preguntas y los temas.
De las respuestas ni hablamos.
Tilda la mañana en Madrid
y Barcelona parece que fue ayer.
La primavera llegó,
el verano pasó,
y ya miramos casi al invierno.
¿Dónde encontrar el punto de estancia?
¿Dependerá mi felicidad
del lugar y del tiempo?
Cuando te amé te amaba.
Y ahora que no te amo
te amo de verdad.
Necesito un proyecto.
Mirar las estrellas
y acertar el trayecto.
Sé todas las estrellas están en el cielo
para abrirnos camino.
Pero tú eras mi estrella,
y ahora solo me queda todo el firmamento
por destino,
una brújula sin norte,
y un cofre sin pergamino.
Valeria me contó que la violaron.
Karen, la muerte de su padre.
Haimar, que la negra era negro.
Y Joan, que le pidió perdón
a Marían demasiado tarde.
He esculpido todos mis poemas
entre sueños, sentimientos, alegrías y penas.
He escuchado a medio mundo
(el otro  medio lo he oído)
buscando las mismas palabras,
las mismas preguntas y los mismos temas.
De las respuestas algunos hablaron.
Otros callaron.
Otros gritaron.
Yo solo intento entenderles.
Entendiéndoles a ellos
Aprender a entenderme a mi mismo.
Creo que a ellos los entiendo
cada día mejor;
y a mí, cada día,
intento comprenderme
para aceptarme sin cinismo.
¿Qué piensas tú, mi estrella,
desde tu otra galaxia?
Sin saber si estas muerta
sigue llegando tu luz
desde el espacio infinito.
Tu luz, tu cruz.
La espera del momento en que dejes de brillar.
¿Qué piensas, tú, mi estrella,
de la comprensión?
¿Del amor que tropieza
en la cabeza por temor?
¿De los cien días
y las mil noches
que la razón necesita
para vencerle al corazón?
¿De las estatuas que he labrado
sin mármol ni marfil?
¿Qué piensas tú, mi estrella?
¿Qué piensas?
¿Qué estarás pensando…?
He sangrado todos mis poemas
entre ansias de vivir, incertidumbre y fe.
Especialmente fe.
Solamente la fe te salvará
(y no hablo de Dios)
sino de dos:
yo y yo.
Mi yo real y mi yo deseado.
Sigo buscando las palabras, las preguntas y los temas.
Quien quiera buscar que venga conmigo
con el alma llena,
y quien quiera que no,
que sepa que siempre
le recuerda un amigo.
Hay un viento ligero en la montaña
que trae en el olor el recuerdo de los pinos.

1 comentario:

  1. Me gusta dice muchas cosas me viene bien en este momento, necesito socorro para el alma la he olvidado un poco, me he extraviado quien dice.

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