viernes, 21 de marzo de 2014

9,8 m/s (al cuadrado) XIII



La radio sigue escupiendo canciones. Casas viejas, medio destartaladas, rodean. El coche continúa por el asfalto. Ya no es de noche. Ya no está solo. Las casas baratas se van alejando. Una espesa circulación va introduciéndose en la ciudad, coches locos por todas partes. La gran ciudad está despierta, y se nota; las ciudades que no duermen parece que giran demasiado deprisa. Cemento, piedra, aluminio y cristal, ejércitos de edificios ven pasar el tiempo. En el coche olor a tabaco, una manada de colillas en el cenicero del compañero rojo. La calle es larga y la gente tiene prisa, mucha prisa, porque no se detienen a mirar más que los pasos que aún quedan por andar. Las personas saben lo ridículo de su insignificancia cuando se comparan con las faro-las. No hay perros, solo gente corriendo, unos a pie, otros sobre ruedas, otros por debajo de las ruedas, se siente. Una colilla más va a parar al cenicero.

 ...aquí. Aún quedan veinte minutos, solo es cuestión de ir hasta allá. Menos mal que tengo el mapa, sino no sé cómo lo haría. ¡Cuánto tiempo desde la última vez!. Ya han pasado algunos años, cómo pasa el tiempo, parece mentira. Hasta se diría que está cambiada; es posible, nunca se sabe...y pensar cuando salí que parecía el camino eterno... De todas formas las casas siguen siendo las mismas. Siempre pensé que no hay nada mejor que una gran ciudad para perderse de uno mismo. Gente, gente, gente por todas partes, calles por todas partes, todo por todas partes; decías que aquí eras feliz, no me extraña, parece una buena ciudad. Aunque quizás demasiado grande, no sé. Por aquí, sí, creo que voy bien. Los besos que nos dimos en los puentes, nadie lo sabe. Aquellos fueron días grandes, parecía que todo cabía en ellos, hasta pensábamos que en uno de esos momentos podríamos guardarnos el sol en el bolsillo. Desde lejos la vida parece más bonita, entonces las preocupaciones se fueron de vacaciones y nos dejaron solos. Toda la tarta para nosotros. Buenos momentos, lástima que solo sean un recuerdo. Me dijiste que vivías en la avenida Hoche. La verdad, no sé donde está, pero ya me da igual, total, no iré nunca. Ojala esté Yolanda, hace tanto que no sé nada de ella. Era una buena chica, además era una buena amiga tuya... ¿Qué será de su vida? Joder, esta vida es una puta peonza, uno no sabe donde pondrás el culo hasta que no lo pone.

 En la radio les ha dado por poner American pay. Acuérdate, siempre la escuchabas, era tu canción favorita. Te ibas a ella y dormías. Eso decías. Lo que nunca pude entender es como se puede dormir en una canción, es algo que me gustaría poder hacer, pero por lo visto no tengo ese don. De vez en cuando debe ser relajante, será como un porro, supongo, vas a donde quieres...
 ... cierto que poco antes de irte tuviste ya algún problema. Siempre me preocupaste, tu corazón rodaba más rápido que tu cabeza... Tu cabeza llevaba demasiadas veces desventaja. Te dije que tuvieses cuidado y tú me dijiste que todo estaba controlado, que ahora con Jean paul todo iba mejor, que hasta pintabas mejor...
 Por lo menos hoy entraremos los dos al cementerio, pero no juntos. Hoy las puertas estarán abiertas y tu estrella de rock ya no te abandonará, ninguna estrella, las que Patricia no quiso ver... ¿Por qué tuvo que ser una extraña?. Ya da igual, no hay nada que rascar... Teresa me ha dicho que si quería que me acompañaba, pero yo le he dicho que no, no era cuestión que ella también hiciese el viaje. Es una buena mujer. El otro día Keyta me preguntó que era y yo le dije que era lo que era, nada más. En el fondo tiene unos ojos bonitos. Y escucha. Me dijo que nunca había estado en París, que le gustaría conocerlo; por eso no quería tampoco que viniese, no puede venir a verlo de esta forma.
 ...bien, este es el camino, seguro. Siempre me ha gustado esta ciudad, quizás debí venir contigo, no sé, después de todo aquí también podría haber encontrado un trabajo de algo, si se quiere trabajar se trabaja, supongo. Bueno, es mejor no pensar en el pasado, que eso seguro que no vuelve...

 Espero que estos hayan llamado a la oficina como les dije, no es cuestión de que piensan cualquier cosa, que sepan que tengo mis razones para no ir. Paula ya estará delante de su ordenador metiendo y sacando datos sobre la mierda de los demás; a ella parece que le gusta ese trabajo. Ella nunca podrá sentir tus cuadros, ni mi libro del psicópata, ni nada parecido. De todas formas me da pena, vivir sin un aliciente de vida debe ser triste.

 Venir hasta aquí para ver enterrar un cuerpo muerto, estoy empezando a pensar que un viaje tan largo para eso resulta ab-surdo, al fin y al cabo nada va a cambiar porque yo esté aquí... pero quería despedirme. Ya sé, resulta una tontería porque tú ya no eres nada, pero eras mi amiga y te quería, tenía que venir, eso es todo, no podía faltar...

 Creo que este no es el camino. Joder...¿Dónde coño estoy?. El puto mapa, haber pero si iba bien, ¡Hostias!. Tengo que llegar, después de este maldito viaje tengo que llegar al cementerio como sea, no puedo ser tan imbécil como para perderme con un mapa, eso no, es demasiado. Solo hace falta un poco de calma, esto es una tontería, con situarme en el mapa ya está, no es mayor problema. ¿Cómo podré haber sido tan necio?. Joder, si hasta un bobo sabe seguir un mapa. Aunque claro, esto le puede pasar a cualquiera...
 Las calles se confunden entre sí. Todas gemelas, todas diferentes. Tras las esquinas más esquinas. Alguien le mira, pero sigue, siempre miran pero siguen. En el mapa todo parece fácil pero fuera es mucho más grande. El tiempo no conoce de amigos y mira, pero también sigue. Un punto de apoyo, no es más, y todo girará correctamente. El coche se vuelve a mover en busca de referencia. Un punto de apoyo y el mapa volverá a ser suyo. Las referencias se esconden y el tiempo pasa, se ríe, se ríen mucho y muy rápido.
 ¡Aquí! Mierda, estoy aquí. ¿Cómo coño lo habré hecho? Si ya ha pasado la hora...Tranquilo, esto siempre se retrasa su tiempo. Ahora solo hay que seguir el camino más corto y ya está, nadie es perfecto. Espero que se pueda llegar pronto, porque si no... parece que tampoco está muy lejos, en unos minutos llego, sin problemas. Cabeza fría es todo lo que necesito.
 El tráfico se alborota. Las calles han salido desde debajo de las baldosas para tostarse al sol. Como lagartos sobre las piedras, quietas, pacientes. Gente. Los minutos se toman unas copas donde pueden, cansados de caminar siempre. Van de pasada, lo saben. La cabeza no centrifuga correctamente, algo queda dentro que no puede escapar, queda atrapado. Demasiado lento. Demasiado rápido. El tiempo se vuelve más estrecho y más largo, como un  pasillo sucio donde no hay pérdida. El mapa parece mentir; los enanos son más grandes fuera que dentro del catálogo. Cementerio infiel, pareces no llegar nunca a la cita.
 ... sí, ya estoy cerca, ahora voy bien. Siempre se retrasan media hora en estas cosas, sin problemas. No quiero llegar tarde a la última vez, hoy no. Juré que no volvería a ir a ninguno, pero ya veo que son como los retretes... Cimetiere du Pere Lachaise. Tu nuevo hogar. Sin número, supongo...
 Las calles, las casas, las esquinas. El muro. Varios metros de piedra. El muro. Dentro lápidas y huesos, muchos huesos. Fuera la gente deambula ajena a todo lo no suyo. unos pocos árboles permanecen absortos, guardianes de los muertos noctámbulos. Menos diez, cincuenta minutos tarde. Podría haber sido peor, los trenes a veces llegan con más retraso y siempre se les espera. El coche se detiene en algún lugar determinado. Una colilla más muere en el cenicero, hermana de sus hermanas.
 Bueno, por fin, ya estoy aquí, ahora solo es cuestión de encontrar el sitio. ¿Estará Yolanda?. ¿Habrá alguien conocido, o solo estará Jean Paul y sus amigos franceses?. ¿Estarán sus padres?. ¿Quién coño habrá venido? No debe ser muy difícil, donde haya un buen grupo de gente. Por aquí, no sé, no sé ve a casi nadie. ¿Dónde coño será?. Quizás sea por allí... Cuánta gente muerta en tan poco sitio... como odio estos sitios... mi hermano... no debe ser muy difícil encontrarla... ¿Por qué lo hiciste...?. Ahora ya... no sé, sí, quizás por... ¿Qué pasa?... y la gente... ¿Dónde se habrá metido? Oh, mierda... haber, quizás ese sepa algo.
 Se acerca intercambia unas palabras con el desconocido y este niega con la cabeza. En el bosque de cruces nadie más.
 ¿Qué coño pasa? ¿Dónde hostias está la gente? Debería haber alguien... Joder tía, que es tu puto entierro, dime algo, no sé, lo que quieras... ¿Y para esto he venido yo hasta aquí? No puede ser, hay algo que no encaja... ¿Dónde coño te han metido? Joder, mierda, no...

No hay comentarios:

Publicar un comentario