Hay
noches como ésta que apuran
El alma
un poco más, que la consumen
Despacio
y sin parar, cuyo resumen
Es corto
y las palabras nunca duran.
Ya he
visto muchas, y sin embargo
Aún soy
joven, lo sé, amo el amor
Que
ahora ya no siento, y ese dolor
Por no
sentirlo es su fruto amargo.
De todas
maneras, la sombra es la misma
Dentro
de mí que fuera, y aunque la piel
Que me
separa de ese otro mundo
Debiera
ser lo que algunos llaman cisma
No lo
es, y soy lo mismo que aquel,
Igual
que es un perro un vagabundo.
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