La belleza sólo le pertenece al que la entiende, no al
que la tiene.
La juventud es un disparate; la madurez, una lucha; la
vejez, un remordimiento.
Lo que pensamos de la muerte sólo tiene importancia
por lo que la muerte nos hace pensar de la vida.
Cuando rezamos hablamos con Dios, pero cuando leemos
es Dios quien habla con nosotros.
Es necesario asemejarse un poco para comprenderse;
pero hay que ser un poco diferentes para amarse.
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