Yo voy a escribir lo que tú me
digas – dijo Amelia-
E Iñaki comenzó a hablar…
Eranse que se eran, tres pitufines, pit, pot, y put. Los tres pitufines verdes
estaban tristes porque en su maravillosa
y dulce cabaña de verano, dejarían de estar.
Hoy el estío termina, y como todos
los años Dios ha dicho que el cielo está entantaranublado y me ha preguntado:
Quién de vosotros lo desentantaranublará? Entonces yo, he tenido un
pensamiento, una nebulosa filosóficamente
dicotómica. Tengo la duda, sí, es cierto, ¿cómo lo podremos apañar? Esa
es una de las disyuntivas de la cuestión dicotómica, de la que estamos
hablando.
¿Vosotros como pitufines Verdes
que sois de pro, qué opináis?
Pit dejó de hablar, y pot y put
se miraron, serios, adustos, y con cara racional y razonablemente desasosegada.
No en vano, tanto Pit, como Pot,
como Put, conocían lo complejo de esta
complicada y casi irrealizable empresa.
Pit, Pot y Put cogieron las trompetas y llamaron a Dios.
¡Dios! ¿Tas ahí? ¡No, no toy,
tantico hoy! Los tres pitufines verdes
bajaron la cabeza, ¿Si Dios no tá, quién etá?
Pit, Pot, Y Put, realizaron otras
maravillosas empresas, pero eso ya es otra historia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario