martes, 25 de febrero de 2014

RETRATO DE AMELIA DE UN TONTO ENAMORADO (poesía 323)



Amelia es dulce
Y suave como la miel.
Dulce y suave como la miel.
La misma Amelia,
Que besa el viento
Con sus ojos;
Que como el transparente cristal
Atrapa mirar dentro
Y observar su luz,
Que nieva sus propias huellas
Por no herir la nieve.
Tan dulce y suave es Amelia.
La única persona,
Que a la vez,
Posee todas las edades;
Oculta rareza humana.
Niña, adulta y anciana.
Inconscientemente consciente
De su intrepidez inconsciente.
Portentosa clarividencia
La suya…
Consciente también,
Por naturaleza,
De su y nuestra
Pequeñez existencial.
Justa, inteligente y graciosa.
Hermosa como un clavel.
Ésa es su grandeza.
Y ésta, mi mujer.

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