miércoles, 18 de diciembre de 2013

240



Recuérdame que diga tu nombre
El día de tu tumba.
Que las luces no se apaguen
Si el confeti se acaba y la risa no despierta.
Quiero que siga la fiesta,
Mordiendo a pedacitos cortos cada uno
De los trozos que me dejes (si aún te quedan).
Que nadie respire el aire.
Que nadie consuma nuestra piel.
Daremos media vuelta cuando alguien
Cante en nuestra voz para después vencerla,
Y si a alguien se le ocurre otra cosa
Dile que ya no hay sitio para otro más
En esta retina crepuscular,
Que la dulzura,
La dulzura, digo,
Ya no es pura,
Que tampoco es púrpura la tela.
Ahora dame un beso.

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