miércoles, 10 de diciembre de 2014

poesía nº 254

A veces sentí tanto amor
que pensé que cuando él se fuese
también me iría yo.
Después vi que tal vez no fuese tanto,
porque todavía estoy aquí,
y ese es un hecho que me dice
que probablemente deba seguir esperando
un poquito más,
pero no sé hasta cuando.
Lo que sí sé es que con el paso
de estos años lo poco
o mucho que del amor sentí
se me pasó lentamente,
despacio, y ya no acierto a saber
si lo perdí definitivamente, o no,
porque por mucho que lo busco
no lo encuentro y creo
que puedo haberlo olvidado.
El otro día alguien me dijo
que yo era demasiado romántico.
También algún otro día me dijeron
que el amor no se busca,
que eso se encuentra;
yo les dije que ya lo sabía,
pero es que cuando uno se cansa
de esperar se puede cometer la imprudencia
de querer enamorarse
de cualquiera de sus candidatas.
A día de hoy puedo decirte, sin embargo,
que te quiero (casi), y que te espero
(en la próxima estación,
por saber si tú también pagarás el billete
del amor),
callado (con voz bajita),
mirándote a los ojos (en la foto que te hice),
y un poco atolondrado
(por pensar que quizás ahora no me haya equivocado).

No hay comentarios:

Publicar un comentario