lunes, 17 de noviembre de 2014

poesía nº 56

No hay mayor dolor que el de un hombre
llorando por su amor a una mujer.
Se desgarra impune el alma del ser
llevándose un sentimiento sin nombre.
Vaga solo sin rumbo ni destino
buscando consuelo a su pesar.
Busca en sus recuerdos algún lugar
donde descansar de su triste sino.
Expresa en sus ojos lo inexplicable,
en sus labios una esperanza muerta,
algo supremo, mortal, algo humano.
No hay dolor como un sueño inalcanzable,
como una puerta jamás abierta,
como el saber que su amor será vano.

No hay comentarios:

Publicar un comentario