domingo, 6 de julio de 2014

poesia n 17

Mirando la profundidad
del mar
he observado lo diminuto de la mortalidad,
creyendo percibir lo fatal
que es vivir de más.
Mirando la inmensidad
del cielo
sentí la caricia del viento,
intentando olvidar
aquel tiempo
en que te dije, te quiero.
Mirando mi sueño,
tú, desde dentro,
lo vi vacío y transparente;
ahora veo
pasar nuestro antiguo amor lento
y extinto como infantil yerro.
Siento tanto y tan poco pienso
que pensando sentir tu sentimiento
tampoco sentí tu pensamiento,
¡El olor del amor...! tu incienso.

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