martes, 1 de julio de 2014

poesía nº 14

No me gusta enamorarme
porque sé que me hace sufrir,
es lo que más odio en el mundo,
aunque es lo único que me hace vivir.
Ilusoriamente creí ver
en tu pupila gris
un destello de ese ignoto
amor ígneo de marfil.
El marfil tornó bronce,
y después hierro, zinc,
plomo, y acabó siendo
carbón que en mi corazón consumí.
El burdo disfraz de tu pupila
me pareció flor de lis
a la torpe luz
de mi inteligencia infantil.
La luz se tornó clara,
y la verdad del disfraz percibí,
no siendo como yo pensaba,
sintiendo mi enorme desliz.
Intentar poseer tu alma
fue mi vano sueño de alhelí,
pretendiendo cazarlo al viento
solo un sentimiento extinto conseguí.
Te quiero, quiéreme,
te sueño, suéñame, di,
eres toda mi vida,
no puedo vivir sin ti.
Me gusta lo que en el mundo
más odio porque sé que me hace vivir;
aunque es lo único que me hace.
No enamorarme es sufrir.

No hay comentarios:

Publicar un comentario