jueves, 12 de marzo de 2015

poesía nº 316

Nunca sé qué piensas, y yo no te lo pregunto.
Unas veces me lo dices, y otras, te callas.
En cualquier sitio, da igual, vayas donde vayas,
Siempre mi alegría y esperanza por ti va junto.
Tú, que tanto tienes sin tener apenas nada.
Robarías el mar para dárselo a los peces
Antes de actuar en contra de tus propias preces.
Antes de olvidar vivir el día en su alborada.
Malabarista de la vida, vida de artista,
Imaginándote tú como tu mejor obra,
Siembras la flor donde la gente alza la vista.
Te dirán, como a mí, que estás loco ¡Gran locura!
Amar la vida es cordura, que el tiempo no sobra.
Después de todo, nadie sabe cuánto dura.

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