poesía nº 39

Liberado de esta cárcel estoy, pero ahora sin barrotes de pasiones, sin dolor, sin amor, sin ilusiones, no se adonde voy, quien en realidad soy. Ya no oigo esos horribles sones en mi corazón. No tengo razones para estar triste hoy. Pero lo estoy. Ya no soy el de antes. Antes que me sonrías, que me cantes, deja que te diga que no te siento como ayer. No te miento ni engaño. Tiritantes palabras de mi ser salen. Aliento que expiraron mis pensamientos. Lento recuerdo de amantes. Fue bello el momento mientras duró. Pero duró poco. Mejor. La muerte me roza y no quiero sentir mi suerte como adversa. Sonó mi hora hace tiempo y yo prefiero morir. Mi interior inerte nada me hace producir al verte, nada al morir sintió.