jueves, 25 de septiembre de 2014

poesía nº 15

Yo soñé anoche que estaba contigo en el lago de las aguas azules con un barco de papel hecho de hules contando en la proa granos de trigo. Los granos gemían a mi presencia al saber el resultado del juicio, al saber la tortura del suplicio, al saberse ya impuesta su sentencia. Cada grano era el alma de un difunto y yo érase la causa de sus muertes, formando aquel infinito conjunto. ¡No...! Cada grano érase un sentimiento tuyo y yo era la causa de sus muertes, ¿Por qué? Porque sabes cuánto te miento.

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