sábado, 20 de septiembre de 2014

poesía nº 292

Flores y amor, luces de pasión. Soñaría la vida entera. Sillas de mi asfalto, música en acordeón. Rompería la paz sin hacer la guerra. Vuelvo a sentir renacer después de la espera la caótica sensación de madurar mi comprensión sobre la naturaleza humana en este primer momento de la primavera. Amo el instante cuando te beso como amo el rayo de luz del sol cuando camino sobre el verde de la pradera. ¿Es mi sensibilidad un átomo de esperanza? ¿Es mi esperanza un clamor? ¿Es mi ejército sin lanzas el inicio de una nueva era? Comprensión. Solo pido comprensión por una forma de pensar diferente. Solo pido a la gente respetar de forma inteligente la forma de vivir de aquellos que solo quieren soñar el futuro de otra manera. Comprensión. El respeto es la piedra angular de una sociedad que quiere avanzar por el camino correcto del desarrollo. Poco importo yo. Poco importa mi palabra dubitativa. Solo quiero aspirar a la paz, para que todas las personas sean ellas mismas y puedan construir la realidad con argumentos coherentes. Algún día todos seremos hermanos. Algún día con suerte mi voz solo será una gota en medio de la corriente. Mientras tanto, sonrío a aquellos que no quieren saber de la verdad. Que no quieren. Mi mano con tu mano. La luz en el candil. La lluvia hará crecer el árbol y su sombra nos cobijará al margen del dolor en un mundo más feliz. La felicidad de todos. Tú y yo. Todos construyendo un edificio más habitable. Un espacio vital donde compartir.

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