lunes, 18 de mayo de 2015

poesía´nº 67

Se apagó lentamente la llama
en mi interior. Poco a poco perdí
ese fuego por ti; tanto sentí
que agoté el sentimiento de quien ama,
yo, porque tú no quisiste jamás
llenar mi cuerpo vacío de algo hermoso,
que hubiese sido tu amor jubiloso
y sincero, algo que nunca das.
Tres veces te dije yo por favor,
cuatro veces tú a mí no, ¿Por qué?
¿Tanto pedías? ¿Tan poco era mi amor?
Haber dicho... ¡Quizás! Te hubiese creído,
pero no haberme matado, no sé
vivir sin ti... y ahora estoy perdido.

No hay comentarios:

Publicar un comentario