domingo, 17 de mayo de 2015

poesía nº 259

Pude buscar tu nombre en mi fichero personal.
Sin embargo, ya sabía que no lo encontraría.
Por olvidarte borré tu huella
y por intentar olvidarla no pude escaparme de ella.
Cuando quise abandonarte viniste
y ahora que me dejaste veo que nunca te fuiste.
A veces me levanto y pongo la tele por no estar solo.
¿Cuánto dura el tiempo que parece no se acabará?
¿Cuál es la duda que arruina esta vida mía?
¿Quién me dirá que mi sonrisa dura todavía?
Amo tanto la vida que me duele el solo hecho de sentirlo.
Y después cuando me besan todos en la mejilla
pienso que algo hice mal
porque ninguna me besa como yo quiero que me besen.
¿Quién será la luna llena de mi noche clara?
¿Quién me amará hasta saciarme sin pensar en nada?
Ahora sé que lo que hice no valió mucho,
estoy ducho en esto que es la vida
que por querer ser algo no vale apenas,
y tengo tanto que quiero decir
que naufrago en la vera de mi intención pasajera.
¿Te acuerdas?
Ya no.
Tu vida se movió por el viento
que a mí me hizo arriar la vela.
A veces me levanto y pongo la tele por escuchar una voz.
Una cara extraña para un tiempo que escapa veloz
y me recuerda que lo que pasa no vuelve
por mucho que se quiera.
Amo tanto la vida que la pierdo por intentar retenerla.
¿Me amas esta noche?
Yo sé que te estás muriendo
y no sé cómo hacer para que no te mueras.

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