viernes, 27 de junio de 2014

poesía nº 121

Tengo un amor que no sabe,
Que no desea morir.
Sin embargo, el no me ama,
No le importo. Él sí a mí.
Yo le quiero, le acaricio.
Él no. Ven. Ven. Ven a mí.
El túnel se encuentra oscuro.
Al final nada. Sin ti
Al final nada. Un mundo
Negro. Un beso. A ti,
Tú eres lo que yo quiero.
Pero no me amas. Perdí,
Lo reconozco. ¡Tú! Ámame…
Te lo imploro. Aquí,
En mi hombro, llora conmigo,
Te necesito. Perdí,
Lo reconozco, más no
Me resigno. Tú… yo ¡Sí!
¡No…! No puede haber nada…
Ríe conmigo en mi
Corazón. No. No te vayas…
Quédate, te quiero. Sin
Ti la vida no me es nada.
Amor fiel, hazme vivir
Un poco. Sonríeme siempre,
Hasta donde no halla fin.
Quiero sentir en mis ojos
Tus lágrimas de jazmín.
Pero sé que solo son
Deseos vanos. No más. Sí.
Solo son eso. ¡Ayúdame
A no ser un infeliz
Más! ¡Ámame, mujer! Quiéreme
Como yo te quiero a ti!
Siempre te pido imposibles…
Perdona. Ríe por mí…
Yo no sé más que llorar.
Un beso como el marfil.
Solo sé soñar tus labios,
Son la eternidad. Di,
¡Te quiero! Aunque me mientas…

Imagina, tú… yo ¡Sí!

citas célebres (144)

Solo la verdad os hará libres.

El deseo muere automáticamente cuando se logra: fenece al satisfacerse. El amor en cambio, es un eterno insatisfecho.
José Ortega y Gasset (1883-1955) Filósofo y ensayista español.

El conocimiento de la belleza es el verdadero camino y el primer peldaño para la comprensión de las cosas que son buenas.
John Ruskin (1819-1900) Crítico y escritor británico.

No vivimos nunca, sino que esperamos vivir; y disponiéndonos siempre a ser felices, es inevitable que no lo seamos nunca.
Blaise Pascal (1623-1662) Científico, filósofo y escritor francés.

Nuestras convicciones más arraigadas, más indubitables, son las más sospechosas. Ellas constituyen nuestro límite, nuestros confines, nuestra prisión.

José Ortega y Gasset (1883-1955) Filósofo y ensayista español.

poesía nº 105

Cuando todo muera y a un suspiro
aboque nuestro recuerdo sin más,
algo que fue nuestro en el vacío
muerto, asesinado, irá a parar.
Besos en silencio de un destino
borrados y apartados a un lugar,
¡Sabe Dios dónde! que inmensos de amor
buscarán boca donde ir a soñar.
Cuando todo acabe y ese momento
llegue, tal vez nos de por preguntar
qué fue eso que tuvimos y se fue,
lágrima que pasó, que se fue al mar.
Cuando tu cielo perenne de azul
se oscurezca y me deje de mirar,
¡acuérdate mujer! que hubo un instante

que fuiste amor, diosa de eternidad.

jueves, 26 de junio de 2014

citas célebres (143)



Encuentra la felicidad en el trabajo o no serás feliz.

Agosto, frío en rostro.

¿Me preguntas por qué compro arroz y flores? Compro arroz para vivir y flores para tener algo por lo que vivir.
Confucio (551 AC-478 AC) Filósofo chino.

La literatura no puede reflejar todo lo negro de la vida. La razón principal es que la literatura escoge y la vida no.
Pío Baroja (1872-1956) Escritor español.

El secreto de la educación es enseñar a la gente de tal manera que no se den cuenta de que están aprendiendo hasta que es demasiado tarde.
Harold E. Edgerton (1903-1990) Ingeniero y profesor estadounidense.

poesía nº 12

Guardado en la caja
de los recuerdos olvidados
tuve una vez una idea
imposible de realizar.
La idea era una alhaja
de aquellos años pasados,
cuando Atenea
sabía más que el azar.
En realidad era una esperanza de la baja
edad humana, unos vados
del alma que tutea
ignorante la capacidad de pensar.
Esa idea era paja,
eran sueños infundados
banalidades que el amor crea,

era... volverte a amar.

citas célebres (142)

Aprueba a los buenos, tolera a los malos y ámalos a todos.
San Agustín (354-430) Obispo y filósofo.

Si nuestros amigos nos hacen favores, pensamos que nos los deben a título de amigos, pero no pensamos que no nos deben su amistad.
Marqués de Vauvenargues (1715-1747) Moralista francés.

El hombre más rico del mundo no es el que conserva el primer duro que ganó, sino el que conserva el primer amigo que tuvo.

Los médicos cortan, queman, torturan. Y haciendo a los enfermos un bien, que más parece mal, exigen una recompensa que casi no merecen.
Heráclito de Efeso (540 AC-470 AC) Filósofo griego.

No llames jamás feliz a un mortal hasta que no hayas visto cómo, en su último día, desciende a la tumba.

Eurípides de Salamina (485 AC-406 AC) Poeta trágico griego

poesía nº35

Te odio porque te amo.
Riendo en la desesperanza
cual pájaro la tierra no alcanza
esta noche creo que te llamo.
Reflejo del mar en tu pupila,
reflejo del azabache en tu cabello,
al momento despunta un destello
de esa mirada color lila.
El destello opacó mi voluntad,
arrodilló a mi altivo orgullo
desnudándole cual capullo
sin pétalos. Ahora soy eso en realidad.
El destello ópaco. Mi voluntad
arrodilló a mi altivo orgullo.
Ahora sin ti ebullo,
soy tuyo, pues tu eres mi verdad.
Como dolorosa rosa marchita
estoy yo en mi jardín sin tu amor,
bien imprescindible que da sabor
a lo que tu existencia me quita.
Soy como ánima sin fe,
como vagabundo errante que llora,
como enfermo que a Dios implora
un yo que sé, algún por qué.
Así soy yo sin ti.
Te necesito para poder amar,
para poder algo dar.

Dame tu sí. Por favor. Dámelo. Dame un sí.