LA RISA SINCERA.
Si te hace gracia a ti, es posible que le haga gracia a la gente que está contigo. No siempre, pero generalmente nos rodeamos de personas que tienen cierta afinidad a nosotros, por el contexto, las aficiones, conocidos comunes, profesión o trabajo…
El humor, como todo en la vida, requiere también su cierto entrenamiento. Podrás tener cierta facilidad para él, pero como todo, necesitas usarlo y también equivocarte para poder dominarlo. Digo esto porque si no estás acostumbrado a decir nada gracioso, practicar mentalmente en tu cabeza viene bien. Como he dicho, si te hace gracia a ti, es posible que le haga gracia a la gente que está contigo. Y cuando lo piensas, si te saca una sonrisa, es posible que a los demás le saque otra sonrisa, o una buena carcajada.
LO BUENO SI BREVE, DOS VECES BUENO
(Esto no tiene por qué aplicarse al sexo….)
Pero en el humor, por ejemplo, sí. Si puedes condensar en la mitad de espacio la misma esencia, posiblemente tengas mayor efecto. Todo suele empezar con una expectativa. El problema de eso es que hay que saber mantenerla y rematarla exitosamente. Lo que es extenso, largo, debe mantener la tensión igual que si fuese corto. Lo que sucede es que es más complicado.
¿Cuántas veces habéis visto que alguien empiece a contar algo teniendo la atención de toda la concurrencia, y poco a poco haya ido desinflándose, hasta que al final solo le atendía una pequeña parte de la gente, y quizás más bien por educación? Si triunfas, triunfarás igual. Y si la pifias, la pifiarás menos, porque ocupas menos tiempo y la gente se olvida rápido.
CALL-BACK
Algunos dirán… ¿y eso qué é? Pues es cuando se hace referencia a algo en un momento, y se vuelve a decir más adelante, a modo de gancho. De hecho, la traducción del inglés sería algo así como “llamar atrás”.
En un monólogo, por ejemplo, el call-back se suele utilizar para terminar secciones o incluso monólogos (eso es bastante habitual), y se suele utilizar algo que sabes que ha hecho gracia, que “funciona”, y que la gente recuerda de cuando has hecho referencia a ello.
En una conversación con un grupo de gente, siempre hay ciertos momentos en los que algo dicho tiene éxito y la gente se ríe porque ha hecho gracia. Suele ser algo que después, en algún momento determinado, incluso sigue siendo causa de ciertas alusiones. Además, son alusiones más cortas, porque la gente ya se acuerda de cuando se ha dicho antes. Eso es un call-back.
Los call-back no suelen fallar, porque ya han demostrado anteriormente su eficacia. No obstante, no es bueno abusar de ellos, puesto que si haces un uso abusivo de él la gente tiende a cansarse (como pasa con casi todo cuando es en exceso).
Blog dedicado a la novela, poesía y literatura en español. También citas célebres de los principales autores y personalidades de la historia.
martes, 2 de diciembre de 2014
poesía nº 239
Miedo a amar,
Miedo a amarte.
Dejo atrás la nostalgia como quien deja
Todo lo demás.
¿Cuándo tendré la certeza de no equivocarme?
Cuando en tus ojos me hunda cada noche
Antes de dormir.
Bucear en tu interior, encontrarte dentro.
No pensar en mí
Ni en ti,
Sino mucho más lejos,
En un paraguas donde quepamos los dos juntos,
Transparente, donde veamos caer la lluvia
Sin mojarnos.
Porque no quiero
Que entre el sueño y la realidad
El despertador me diga su verdad,
Me amarre a su condena,
Dame la palabra verdadera,
Esa que responda a mi apuesta
Y no caiga al barro de la buena intención,
De la ilusión;
No quiero una poesía vacía.
Miedo a amarte.
Dejo atrás la nostalgia como quien deja
Todo lo demás.
¿Cuándo tendré la certeza de no equivocarme?
Cuando en tus ojos me hunda cada noche
Antes de dormir.
Bucear en tu interior, encontrarte dentro.
No pensar en mí
Ni en ti,
Sino mucho más lejos,
En un paraguas donde quepamos los dos juntos,
Transparente, donde veamos caer la lluvia
Sin mojarnos.
Porque no quiero
Que entre el sueño y la realidad
El despertador me diga su verdad,
Me amarre a su condena,
Dame la palabra verdadera,
Esa que responda a mi apuesta
Y no caiga al barro de la buena intención,
De la ilusión;
No quiero una poesía vacía.
citas célebres (186)
Tendré que soportar dos o tres orugas si quiero conocer a las mariposas.
Antoine de Saint-Exupery (1900-1944) Escritor francés.
Todo el que intenta salvar a otra persona con la mentira de un amor sin límite arroja una sombra al rostro de Dios.
Arthur Miller (1915-2005) Dramaturgo estadounidense.
Ordenar bibliotecas es ejercer de un modo silencioso el arte de la crítica.
Jorge Luis Borges (1899-1986) Escritor argentino.
Antoine de Saint-Exupery (1900-1944) Escritor francés.
Todo el que intenta salvar a otra persona con la mentira de un amor sin límite arroja una sombra al rostro de Dios.
Arthur Miller (1915-2005) Dramaturgo estadounidense.
Ordenar bibliotecas es ejercer de un modo silencioso el arte de la crítica.
Jorge Luis Borges (1899-1986) Escritor argentino.
lunes, 1 de diciembre de 2014
el diván de los búhos: Los amores prohibidos
Hola queridos y amados escuchantes del diván de los buhos. Welcome to everybody. Bienvenue a notre radio. Soy Iñaki Marañón, y hoy desde nuestra sección "la perrera", vagaremos por las sinuosas cualidades deslizantes de un sonido, que como el viento, me trae las noticias de una esperanza anclada en la creencia.
Efectivamente, doctos radioescuchantes, busco la voz que fecunda la F. ¿Ferá porque fuena fien? No lo fe. Lo que fi fe, es que su ulular fonetizado fenece fuera de mi ventana cuando el cierzo aprieta, cuando, y sin más, farfulla en mis orejas, y yo, tonto de mi, rezo con fe, que por favor, flaquee.
La misma fe que tengo en la Fa, y en la Mi, en la que RE LA MI, al SOL, SI, no sé cuál, pero que llena el espacio sonoro con Franz, Schubert, y George, ¿George? ¡Friedrich! Händel. Tan armónico él, que hasta tiene el número de oro, el ¡FI! con Fidias y su letra griega.
Un sonido que se apropia de otras letras en otros idiomas. ¡Valiente ladrón! Y si no pregúntaselo a Phil Collins, a Michael Phelps, o al físico y filósofo vienés Philipp Frank.
Sonido de patada voladora, Kung... ¡Fu! y de los dos hombres que se emporraban juntos... Fu..man...¡Chu! ¡jejeje!
Hablando de cosas prohibidas, esto me recuerda a tí, nombre innombrable, nombre que no puedo decir, que no puedo pronunciar... porque te quiero. Porque te amo.
¿Por qué existen los amores prohibidos? ¿Quién define lo que es un amor permitido? ¿Quién me dice a mi a quien debo querer y a quién no? Porque no sé a vosotros, oidos que ansío acariciar con mi lengua-je, pero a mí sí que se me ha insinuado alguna vez, y lo he sufrido en otras, el hiriente filo de esa espada de Damocles.
El amor puede ser ilegal. Me lo está diciendo un amor prohibido. Aunque sea legítimo. Y curiosamente, esto puede crear un conflicto interior muy profundo que hace negarte a ti mismo, o negar a la sociedad en la que vives. Y por supuesto, querer reventar la cabeza de alguién como una piñata llena de billetes.
Si dos personas se quieren y se respetan, ¿quién es el que hace la ley para negarme un principio tan elemental? Si es por Dios ¿quién es el afortunado a quién Dios le ha hablado? Si es por la sociedad ¿no tienen bastante con la Pantoja para que se interesen por mi?.
Abnegados conciudadanos de esta corrupta sociedad, el amor prohibido debiera ser prohibido sin derecho a reclamar. Repito: El amor prohibido debiera ser prohibido sin derecho a reclamar. Y si hay que prohibir algo, prohibamos un Dios sin humanidad, un partido sin goles o un árbol sin sombra.
Por todo esto y mucho más, apoyemos la Fa de la música y del champú, la Fe... de rico, la Fi de digno, la Fo de Darío, y la Fu, para que no se sienta marginada respecto a las otras ffff.
Enviadnos vuestras perrerías y vuestros ladridos al programa para que podamos compartir reflexiones , tensiototos, diatribas, vuestra novia. Lo que creáis más oportuno. Pero nunca arrogancias. Por favor, arrogancias no. Junto con el eterno color rojo de mi número de la cuenta bancaria y la duda razonable de no querer volver a sentir el corazón, la arrogancia es lo que más odio en el mundo.
Allí donde esteís, sí, a ti, y a ti y a ti también. Allí donde esteis, mi corazón está con vosotros. Porque en la perrera nos gustan todos. Y nos gustan tanto, que nos gustan hasta los fofos.
Efectivamente, doctos radioescuchantes, busco la voz que fecunda la F. ¿Ferá porque fuena fien? No lo fe. Lo que fi fe, es que su ulular fonetizado fenece fuera de mi ventana cuando el cierzo aprieta, cuando, y sin más, farfulla en mis orejas, y yo, tonto de mi, rezo con fe, que por favor, flaquee.
La misma fe que tengo en la Fa, y en la Mi, en la que RE LA MI, al SOL, SI, no sé cuál, pero que llena el espacio sonoro con Franz, Schubert, y George, ¿George? ¡Friedrich! Händel. Tan armónico él, que hasta tiene el número de oro, el ¡FI! con Fidias y su letra griega.
Un sonido que se apropia de otras letras en otros idiomas. ¡Valiente ladrón! Y si no pregúntaselo a Phil Collins, a Michael Phelps, o al físico y filósofo vienés Philipp Frank.
Sonido de patada voladora, Kung... ¡Fu! y de los dos hombres que se emporraban juntos... Fu..man...¡Chu! ¡jejeje!
Hablando de cosas prohibidas, esto me recuerda a tí, nombre innombrable, nombre que no puedo decir, que no puedo pronunciar... porque te quiero. Porque te amo.
¿Por qué existen los amores prohibidos? ¿Quién define lo que es un amor permitido? ¿Quién me dice a mi a quien debo querer y a quién no? Porque no sé a vosotros, oidos que ansío acariciar con mi lengua-je, pero a mí sí que se me ha insinuado alguna vez, y lo he sufrido en otras, el hiriente filo de esa espada de Damocles.
El amor puede ser ilegal. Me lo está diciendo un amor prohibido. Aunque sea legítimo. Y curiosamente, esto puede crear un conflicto interior muy profundo que hace negarte a ti mismo, o negar a la sociedad en la que vives. Y por supuesto, querer reventar la cabeza de alguién como una piñata llena de billetes.
Si dos personas se quieren y se respetan, ¿quién es el que hace la ley para negarme un principio tan elemental? Si es por Dios ¿quién es el afortunado a quién Dios le ha hablado? Si es por la sociedad ¿no tienen bastante con la Pantoja para que se interesen por mi?.
Abnegados conciudadanos de esta corrupta sociedad, el amor prohibido debiera ser prohibido sin derecho a reclamar. Repito: El amor prohibido debiera ser prohibido sin derecho a reclamar. Y si hay que prohibir algo, prohibamos un Dios sin humanidad, un partido sin goles o un árbol sin sombra.
Por todo esto y mucho más, apoyemos la Fa de la música y del champú, la Fe... de rico, la Fi de digno, la Fo de Darío, y la Fu, para que no se sienta marginada respecto a las otras ffff.
Enviadnos vuestras perrerías y vuestros ladridos al programa para que podamos compartir reflexiones , tensiototos, diatribas, vuestra novia. Lo que creáis más oportuno. Pero nunca arrogancias. Por favor, arrogancias no. Junto con el eterno color rojo de mi número de la cuenta bancaria y la duda razonable de no querer volver a sentir el corazón, la arrogancia es lo que más odio en el mundo.
Allí donde esteís, sí, a ti, y a ti y a ti también. Allí donde esteis, mi corazón está con vosotros. Porque en la perrera nos gustan todos. Y nos gustan tanto, que nos gustan hasta los fofos.
poesía nº 26
No crecen las flores
donde antes crecían,
ni árboles se ven
donde antes se erguían.
El asfalto todo
se lo devoró.
No veo montañas
ni sus altas cumbres,
no hay gente en los bosques
ni humo en sus lumbres.
El asfalto todo
se lo devoró.
Ya casi no existen
esos ríos puros
de épocas pasadas
de tiempos más duros.
Las personas todo
fuimos destruyendo.
Tuve antes un monte
lleno de ilusiones;
aquel sueño iluso
ahora son visiones.
Las personas todos
me las destruyeron.
Vi una vez tu cara
en un transparente
cristal reflejada,
cuando aún mi mente
de aquella impiedad
sublime y hermosa
no pensaba fuera
cruel y horrorosa.
¡Qué engañosa puede
ser la apariencia!
Creo conocer
lo que tu me das,
nunca dando nada
siempre pides más.
Así fuiste tú,
así será el mundo.
donde antes crecían,
ni árboles se ven
donde antes se erguían.
El asfalto todo
se lo devoró.
No veo montañas
ni sus altas cumbres,
no hay gente en los bosques
ni humo en sus lumbres.
El asfalto todo
se lo devoró.
Ya casi no existen
esos ríos puros
de épocas pasadas
de tiempos más duros.
Las personas todo
fuimos destruyendo.
Tuve antes un monte
lleno de ilusiones;
aquel sueño iluso
ahora son visiones.
Las personas todos
me las destruyeron.
Vi una vez tu cara
en un transparente
cristal reflejada,
cuando aún mi mente
de aquella impiedad
sublime y hermosa
no pensaba fuera
cruel y horrorosa.
¡Qué engañosa puede
ser la apariencia!
Creo conocer
lo que tu me das,
nunca dando nada
siempre pides más.
Así fuiste tú,
así será el mundo.
citas célebres (185)
¿Qué es el arte, sino una manera de ver?
Thomas Louis Berger (1924-?) Novelista norteamericano.
Las verdades que revela la inteligencia permanecen estériles. Sólo el corazón es capaz de fecundar los sueños.
Anatole France (1844-1924) Escritor francés.
La amistad no tiene un valor de supervivencia, sino más bien es una de las cosas que da valor a la supervivencia.
Clive Staples Lewis (1898-1963) Escritor británico.
Thomas Louis Berger (1924-?) Novelista norteamericano.
Las verdades que revela la inteligencia permanecen estériles. Sólo el corazón es capaz de fecundar los sueños.
Anatole France (1844-1924) Escritor francés.
La amistad no tiene un valor de supervivencia, sino más bien es una de las cosas que da valor a la supervivencia.
Clive Staples Lewis (1898-1963) Escritor británico.
domingo, 30 de noviembre de 2014
poesía nº 214
Y te vi venir, desnuda, debajo
De la luz y debajo de la lluvia.
A las ocho suena el despertador
De la mesilla con voz aguda,
Se despegan las sábanas azules
De la trémula piel, el cuerpo apura
El último aliento del suave tacto.
Un poco de café y poco de azúcar,
La mirada se disuelve en la taza
De un mar negro que ahoga la voz y arrulla
Un grito. Se pierde por la ventana.
Por las aceras la gente absurda
De un mundo circundante pero ajeno
Se mueve a impulsos de una locura
Colectiva, la gran ciudad atrapa
La mente y después la sepulta.
En la esquina hay una tienda, en la
Tienda fotografías, fotos mudas
Que recuerdan viejos tiempos (o como
Diría alguno mejores) que se esfuman,
Quedándose en el negativo del
Carrete lo que pudo ser y no fue nunca.
Las pago, las guardo y me marcho.
En la cafetería más azúcar
Y más café, más de todo
Menos de lo que quiero que es tu búsqueda
(aunque fuese en el infierno), hallar
El camino (si hay senda alguna),
O encontrar el inicio del encuentro
Para alcanzar la mano que murmura
Por una caricia que bese mi cuerpo.
Me voy fuera. Fuera la noche está oscura.
Pero dentro también. Vuelvo dentro,
Encenderé la lámpara que alumbra
La estancia, a ver si esta vez no me
Choco con el cristal por mirar la luna.
Salgo de la cafetería, el sol
Se ha escondido en las nubes. Es la una
Del mediodía y la sombra se cierne
De nuevo sobre mí sin que ninguna
Mirada me haya iluminado. Debo
De ser transparente o tener la cara sucia.
El parque está verde, tan verde que duele
Como la envidia, busco la pintura
Del banco marrón pero ya no estás tú,
¡Cómo si no lo supiera! Tu figura
Se marchó hace tiempo, pero la nostalgia
Es robusta y necesito ayuda
Para olvidar, solo verlo una vez más,
Seguro que está de todas la última.
Mayo nos envolvió con su brisa suave
Y cálida, y después con la amargura
Me esposó encadenado a un barco
Que se hundió por miedo a la aventura.
Vuelvo a casa, a la de las paredes
Blancas, a la de mi diaria lucha,
A la que es reflejo de mi alma,
A la que muchas veces me asusta.
Por la luz de una farola distingo
Un charco en el suelo que se ensucia;
Vuelve a llover, como ayer. Aquel
Día también llovía, y más que nunca,
Parecía que todo fuera ahogarse,
En el agua, y como en una enorme tumba
Que devorase completamente todo
Dejase solo la gente justa.
Y entonces te vi venir, debajo
De la luz y debajo de la lluvia,
Andabas descalza y sonámbula
Por las calles vacías en busca
De un sueño que habías tenido
En la noche, ibas vagabunda
Del mundo entero, callada y sumida
En la niebla que emana de la duda,
Con la ropa mojada y fría,
Con la mirada vacía y desnuda.
Era mayo, y el verde (tan verde
Que dolía como un rayo que cruza)
Nos envolvía oculto en el parque.
Te miré y me miraste con dulzura,
Y al ir a besarte te marchaste,
No rápidamente, sino a ninguna
Parte, y entonces vi que eras un momento,
Que solo eras un reflejo en la lluvia.
De la luz y debajo de la lluvia.
A las ocho suena el despertador
De la mesilla con voz aguda,
Se despegan las sábanas azules
De la trémula piel, el cuerpo apura
El último aliento del suave tacto.
Un poco de café y poco de azúcar,
La mirada se disuelve en la taza
De un mar negro que ahoga la voz y arrulla
Un grito. Se pierde por la ventana.
Por las aceras la gente absurda
De un mundo circundante pero ajeno
Se mueve a impulsos de una locura
Colectiva, la gran ciudad atrapa
La mente y después la sepulta.
En la esquina hay una tienda, en la
Tienda fotografías, fotos mudas
Que recuerdan viejos tiempos (o como
Diría alguno mejores) que se esfuman,
Quedándose en el negativo del
Carrete lo que pudo ser y no fue nunca.
Las pago, las guardo y me marcho.
En la cafetería más azúcar
Y más café, más de todo
Menos de lo que quiero que es tu búsqueda
(aunque fuese en el infierno), hallar
El camino (si hay senda alguna),
O encontrar el inicio del encuentro
Para alcanzar la mano que murmura
Por una caricia que bese mi cuerpo.
Me voy fuera. Fuera la noche está oscura.
Pero dentro también. Vuelvo dentro,
Encenderé la lámpara que alumbra
La estancia, a ver si esta vez no me
Choco con el cristal por mirar la luna.
Salgo de la cafetería, el sol
Se ha escondido en las nubes. Es la una
Del mediodía y la sombra se cierne
De nuevo sobre mí sin que ninguna
Mirada me haya iluminado. Debo
De ser transparente o tener la cara sucia.
El parque está verde, tan verde que duele
Como la envidia, busco la pintura
Del banco marrón pero ya no estás tú,
¡Cómo si no lo supiera! Tu figura
Se marchó hace tiempo, pero la nostalgia
Es robusta y necesito ayuda
Para olvidar, solo verlo una vez más,
Seguro que está de todas la última.
Mayo nos envolvió con su brisa suave
Y cálida, y después con la amargura
Me esposó encadenado a un barco
Que se hundió por miedo a la aventura.
Vuelvo a casa, a la de las paredes
Blancas, a la de mi diaria lucha,
A la que es reflejo de mi alma,
A la que muchas veces me asusta.
Por la luz de una farola distingo
Un charco en el suelo que se ensucia;
Vuelve a llover, como ayer. Aquel
Día también llovía, y más que nunca,
Parecía que todo fuera ahogarse,
En el agua, y como en una enorme tumba
Que devorase completamente todo
Dejase solo la gente justa.
Y entonces te vi venir, debajo
De la luz y debajo de la lluvia,
Andabas descalza y sonámbula
Por las calles vacías en busca
De un sueño que habías tenido
En la noche, ibas vagabunda
Del mundo entero, callada y sumida
En la niebla que emana de la duda,
Con la ropa mojada y fría,
Con la mirada vacía y desnuda.
Era mayo, y el verde (tan verde
Que dolía como un rayo que cruza)
Nos envolvía oculto en el parque.
Te miré y me miraste con dulzura,
Y al ir a besarte te marchaste,
No rápidamente, sino a ninguna
Parte, y entonces vi que eras un momento,
Que solo eras un reflejo en la lluvia.
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