miércoles, 3 de febrero de 2016

DESPERTAR ( I PARTE)

Todas las noches muero. Todas las mañanas nazco. Y siempre igual... Pero cada día un poco menos. Cada día un poco menos y cada día un poco más. Más cansada. Cansada de lo mismo. Mismo ritual estúpido e inoportuno de galanteo de pavo real que ya no convence. No convence, pero vence. ¡Cómo para no vencer...! Se instala en mi cabeza, en mi corazón, entre mis piernas. En mi móvil. Ese mismo que me regaló porque me quiere mucho y no puede estar sin mí. Ese mismo que ha acabado siendo mi carcelero. ¿Cómo es posible que una cosa tan pequeña me acabe haciendo tanto daño? Mensajito para aquí, mensajito para allá. Mensajito pá ya...Y si no le contesto que dónde estoy, y con quién estoy, y por qué estoy, y cúando estoy. Y así ya no sé ni quién soy. Parece un periodista de programa de investigación. Eso sí, de cadena independiente. In-dependiente. El In él, el sujeto dependiente Yo. Mi amiga me dice que eso a veces es normal, que a
ella le pasa lo mismo. Pero que eso es porque así demuestra que está colado por mí, y que se dejaría los dientes por mí, y que por mí es capaz de pegarse y líarse a hostias con el que me mire. Porque la rosa más hermosa de su jardín solamente es para él. A las demás, lo que los demás quieran. Pero a la suya ná de ná. Ni mirarla. Que para algo la cuida con tanto mimo... Lo que no sé si sabe algo de jardinería, porque a este paso, su hermosa florecilla se va a quedar sin pétalos de tanto meneo y zaleón. Me dice que para qué quiero ir a la universidad, si ya le tengo a él, que ahí solo me van a enseñar estupideces, la universidad buena es la de la vida. ¡Esa si que enseña de verdad! Que lo sabe él, que a palos ha aprendido y lo que con sangre entra no lo quita ni Rita, que ya se sabe que lo que Rita Rita, lo que se da, no se quita. Como él a mí su corazón, y yo el mío a él. ¡Tan guapo como es! ¡Si es que es el más guapo de guapolandia! Me tiene loca loquita loca, con esa boca boquita que me deshace y me desboca. ¡Mira, si hasta parezco poeta... poetisa! Escuché esa palabra el otro día y me gustó... Me siento un poco rara... mi amiga en cambio está tan feliz como una perdiz. Yo creo que eso es porque lleva poco tiempo con el suyo, cuatro meses no son nada nadica ná, pero yo, que llevo dos años, no lo veo igual. Cierto es que todo el mundo lo adora. ¡Es tan adorable cuando está con los demás! ¡Hasta mi madre piensa que es casiperfecto, perdón, cuasiperfecto! Con su sonrisa de anuncio de dentrífico, su lozana juventud post adolescente, su saber estar ¿savoir-etre? su todo y su aire de chico responsable y formal. Lo que los demás no saben es que no siempre es igual, y que a veces su voz de galán radiofónico suena como una cadena mal sintonizada. No sé qué problema tiene, pero seguro que tiene uno, y gordo. Muy gordo. Debe ser cosa de la infancia. Por lo
menos eso decía un tío muy listo que hablaba de cosas de dentro del cerebro, que se cogen y después no se sueltan en toda la vida. Eso he leído, pero no recuerdo el nombre de quien lo dijo. Yo creo que puede ser cierto, porque a mí de pequeña me pasó una cosa que no puedo contar y todavía a veces le estoy dando vueltas. Incluso cuando duermo de vez en cuando sueño con eso y me da mucha vergüenza contarlo. Así que no se lo he contado a nadie. Como con él, ¡Por Dios!, que si supiera ésto seguro se volvía como loco por enterarse de todo, y entonces si que tendría un problema de verdad. Como cuando lo de ese chico tan guapo, que por decir que era muy guapo se cabreÓ que parecía realmente una cabra. O un cabrón. Que más da. De lo que estoy segura que no parecía una persona normal. ¡Solo por decir que me parecía muy guapo! Como para enterarse que esa noche me toqué ahí donde da gustito pensando en ese cuerpazo, que éste es capaz de
cortarme los dedos de las manos para que no lo vuelva a hacer. Bueno, entonces ya no podría escribirle los mensajitos que tanto le gustan, aunque seguro que me diría que se lo enviara por voz... con lo horrible que es hablar a un cacharro que sabes que es la cadena de tu condena. Encadenada al condenado. Lo peor de todo es que ya no sé lo que está bien y lo que está mal. Porque ¿quién es el que dice lo que está bien o mal? Lo que para unos es una cosa, para otros es otra, y así no vamos a ninguna parte. Él en cambio lo tiene claro. Lo que dice él está bien, lo que dicen los demás está mal. ¡Eso es muy fácil! Así nunca se equivoca... que también rima con boca. A mí me cuesta más... ¿se dice discernir? lo uno de lo otro. Con él no me pasa eso. Eso me pasa cuando estoy sola. Cuando estoy con él lo tengo más claro... lo tenía... ¡parece tan seguro! Es que es imposible llevarle la contraria. Es que ni apetece. Y oye, mira que a mí,
de vez en cuando, por chinchar me gusta decir lo contrario solo por divertirme y ver la cara de la people que tengo delante. Pero con él eso es una tutoría... perdón, utopía. Quiero hablar bien...Lo de la universidad sí que me preocupa. Yo quiero ser enfermera. Siempre me ha gustado cuidar a la gente, que estén bien. Creo que eso es bueno. Él también dice que es bueno que me guste cuidar a la gente, porque así le cuidaré muy bien a él y a nuestros hijos. Cuando los tengamos. Pero lo de cuidar a gente extraña... ¡A saber quién es ese extraño! ¡Y que es eso de tener que bañarlo, quitarle la ropa, y esas cosas! Cómo se nota que no le gusta que vea a gente desnuda, ni siquiera con poca ropa, ni siquiera que los vea. Por eso también lo de la piscina. Ahí si que se pone celoso. No soporta que me miren ni miaja lo poquico que se me ve la pierna. ¡Que no me deja ni quitarme la camiseta! ¡Que es muy fuerte la cosa! Como ya no se me
ocurrían más excusas para no quitármela, que mis amigos flipaban, he acabado por no ir a la piscina. Eso sí, él sí que mira a las otras. ¡Y cómo las mira! Cuando estoy yo cerca cerquita con él hace como que no, y me hace ojitos, que parece un emoticono de esos tan chulos, pero que cuando cree que no le veo, con disimulo, eso sí, se le van los ojos, que si las miradas fueran pollas alguna ya estaba embarazada... ¡Con lo bonito que era todo al principio! Ese primer beso ¡cómo olvidarlo! ese primer beso...

2 comentarios:

  1. Estupenda narrativa, cualquier parecido con la realidad, por favor avisen o digan algo. Saludos mi estimado, ya te estaba extrañando

    ResponderEliminar
  2. Estupenda narrativa, cualquier parecido con la realidad, por favor avisen o digan algo. Saludos mi estimado, ya te estaba extrañando

    ResponderEliminar