domingo, 15 de febrero de 2015

El diván de los búhos: el cambio

Hola queridos y amados escuchantes del diván de los buhos. Welcome to everybody. Bienvenue a notre radio. Soy Iñaki Marañón, y hoy en nuestra sección "la perrera", no nos detendremos en nanerias innecesarias, sino que nos anonadaremos como núbiles anidados en un sonido anegado de amor, en una letra nada anodina.

Como no, estamos hablando de la... ¡N! La ene nos acuna desde neonatos con sus nanas cuando somos nenes, y después, nos acompaña el resto de nuestra vida en las canciones que no sabemos la letra (canción Europe " the final countdown) en los himnos sin letra (tararear himno español), o en la única palabra que oyó la persona despechada... ¡NOOO!

Y es que eres una letra casi siempre mal asimilada por asociación a lo negativo. Como la generación de los NINI, los perros del hortelano que ni comen, ni dejan comer.

No obstante, a veces me sacas de quicio. Tú o el que te escribe, porque como maniquí deformado te ponen y te quitan patitas, sombreros, y después no sé si eres una M, una N,una Ñ, o una W borracha.

Mi N reptante... Como el pecado original, provienes de la serpiente. Aún así, yo te quiero como la manzana a Eva, como el dolor a la vida.

Eso sí, de todos los conjuntos de números, tú representas a los más naturales, como el mejor zumo de naranja. Y como el pepinillo, te puedes repetir hasta la enésima potencia.

Hablando de potencias, las potencias cambian. Todo cambia. Antes de que se inventara la cerveza sin alcóhol, antes de que apareciera el cambio climático, incluso antes de que se impusiese la palanca de cambios, Heráclito de Efeso ya sentenció que lo único que permanece es... el cambio.

Dulce radioyente, sí, tú y no otro, ¿qué piensas del cambio? ¿Te da miedo cambiar? ¿Porque nos hace temblar como una gelatina salir de la zona de confort, adentrarnos en esa penumbra de incomodidad que es lo desconocido?

Una cuestión, si cambio es evolución, ¿recambio es revolución? ¿más vale malo conocido que bueno por conocer? ¿Quieres mejorar? ¡Cambia! Como decía el anuncio "y si encuentra algo mejor... ¡cómprelo!

Amad el cambio. Repito: Amad el cambio, porque él será el único compañero que no te abandonará.Yo, como ser humano, soy cambio. Como diría marianico, cambio y corto. Y aunque lo parezca, no hablo del presidente del gobierno.

Enviadnos vuestras perrerías y vuestros ladridos a perrerasladradas@gmail.com para que podamos compartir verbigracias, osos rosas, tu cuenta corriente, lo que creaís más oportuno. Pero nunca censuras. Por favor, censuras, no. Junto con los radicalismos, y mi cabeza un día de resaca, la censura es lo que más odio en el mundo.

Allí donde esteís, sí, a ti, y a ti y a ti también. Allí donde esteís, mi corazón está con vosotros. Porque en la perrera nos gustan todos. Y nos gustan tanto, que nos gusta hasta los nonos.

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