domingo, 8 de mayo de 2016

poesía nº 78

¿Dónde vas, marinera del salado
mar?, ¿Dónde vas, descalza y compungida?
No llores bella niña, que una herida
produce en mi alma el ver tu triste estado.
Llorando voy triste y dolorida
porque alguien cruel me robó el pescado.
En la cesta lo tenía a mi lado,
y sin darme cuenta estaba perdida.
No pienses más niña, en ese malvado,
que tu pena es poca y pronto se olvida,
ya pescarás más en tu mar salado.
¿Cómo olvidar mi dolor sin medida?
¿Qué podré vender yo ahora en el mercado?
Que al robarme el pan me robó la vida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario