sábado, 25 de julio de 2015

LAS TENDENCIAS

¿Y por qué no? Ayudemos a proyectar hoy un yottabyte de epopeyas antes de que se diluya yerma la yesca en la playa. Una pléyade de estrellas aullando el aleluya. No nos pondremos huyuyos ni ayayeros ni yeyés. No eyacularemos como un buey leyendo leyes, ni siquiera choyaremos al rey. Voy ya, como no, con la ¡Y griega, o ye! ¡Aueaaaahhh!

¡Oye! La Y griega, o ye, tiene origen... griego. ¡Caray! Como Yocasta. Y cuyo concepto matemático actual significa "lo más pequeño". Que a uno ya le hace cavilar, aunque sea de soslayo, sobre la cuestión en sí de que se mida lo más chico.

¡Allá va...! ¡Ayayay...! Disculpen la onomatopeya. No es ninguna ranchera mejicana. Pero no sabía de ninguna otra palabra con tres yes. Que tanto sí, visto en inglés, resultaría el sumun de lo positivo, como un yonqui en el tour de Francia. No fueron, sin embargo, los franceses, sino los romanos los que te pusieron tu plebeya patita flamenquil por los tiempos de Cristo yacente.

Unos te conocen por Yankee, otros por rimar boya con...ppp... Y todos por ser la reina de las acciones copulativas. Cual actriz porno, permites extender y unir en una sola expresión dos entidades diferentes, pero semejantes. Contigo sumamos. Contigo todo es más largo y plural. Contigo hacemos convoy.

Convoyes. Distinto de convoyas. Convoyes de elementos cónyuges que acaban subrayando la mayoría. ¿O es al revés? Siempre he tenido la duda de la cobaya que más que estar p´aquí, está p´allá. ¿Cómo se crea la tendencia? ¿Con una multitud de íes griegas yuxtapuestas? ¿yendo a la yugular con yeyo y yunque ¿A base de yoyas de los yayos? Antes era así...

La tendencia es importante, porque el vacilante tiende a lo boyante. Y es que ya se sabe, que quien a buen secoya se arrima, Dios ayuda, y te diré quién eres. Además, la tendencia tiene inercia. Es muy complicado parar una tendencia como superman una locomotora. No es tan fácil. Al glaciar le lleva tiempo derretirse.

¿Pero por qué la concurrencia se une a unas tendencias y no a otras? Está probado cómo se puede hechizar a la muchedumbre desde diferentes atalayas. A veces rayamos lo peripatético, lo hipotético hecho hipnótico, diluyéndonos, fluyendo guay. Porque mola más ir a favor que en contra, que aunque sea yerro, si es de muchos, tampoco se nota.

Sigue tu camino. Repito: sigue tu camino. Sea cual sea. El ayer huyó. El hoy es un rayo. El mañana una joya por quilatar. Mientras tanto, yo, payaso yoyó de yeso, me desayuno el yeyuno de un yak, que como todo el mundo sabe es la segunda porción del intestino delgado de los mamíferos, situada entre el duodeno y el íleon.

Por todo ello y mucho más ¡Apoyemos la comida con Y griega! sales yodadas, papayas, yucas, yogures, yerbabuena, yemas de huevo, pocoyos ¡buen yantar! para que creemos tendencia. Lo que creáis más oportuno. Pero nunca jamón de york. Por favor, jamón de york, no. Junto con el sueño perfecto que se rompe al despertar y la ley de Murphy en mi tostada, el jamón de york es lo que más odio en el mundo.

Allí donde esteis. Sí, a ti, y a ti, y a ti también. Allí donde esteis, mi webcam secreta está con vosotros. Porque en mi kayak nos gustan todos. Y nos gustan tanto, que nos gustan hasta los yoyos.

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