jueves, 20 de marzo de 2014

poesía nº 293



La duda del amor.
De mi amor.
El sueño eterno de mi esperanza.
El dolor de una incertidumbre pasajera
que sobrecoge
por la ignorancia de su duración,
que hace vacilar el paso del caminante
hacia su meta deseada.
La duda del amor.
De mi amor.
El horror a pensar
que uno pueda equivocarse en la elección
realizada con el corazón
para el corazón.
Toda mi vida en un puño,
y el puño escribiendo con temor
a perder la fe en la idea imaginada.
No quiero equivocarme
Porque no quiero dejar de quererte.
No quiero perderte
porque sin ti
soy una moneda de una sola cara.
La duda razonable
(de razón)
que enquista mi pensamiento.
La flor de mi voz que crece en primavera.
Mañana me levantaré temprano
y me marcharé
caminando donde brilla el sol;
tú verás el rayo que guía el paso,
y si quieres me encontrarás
en el lugar donde
tú y yo
seremos las personas más felices de este mundo.
Maldigo la opción
del perturbable pensamiento existencial.
Y mientras te echo de menos,
pienso  esta hermosa tarde de inescrutable destino
en el designio de tu voluntad.
Todavía te quiero
con la fuerza del creyente en Dios.
Todavía te quiero.
Todavía te espero paciente.
Todavía pienso en dos.

9,8 m/s (al cuadrado) (XII/2)



 Otazu pensaba que el caos era rojo. Puede que tenga razón, después de todo es muy difícil atrapar el caos en un cuadro tan pequeño. Después de aquello tú también pensaste que podía ser rojo. Pero el tuyo era mucho más grande. A veces te metías dentro de él con tus canciones y te escondías durante horas, justo hasta que el humo se iba diciéndote adiós; entonces volvías y nosotros te seguíamos esperando en la puerta. Aquellos días todavía nos reíamos de los microondas y no les teníamos miedo a las antenas parabólicas...

 Hay algo que falla, estoy seguro. Solo necesito encontrar un punto de apoyo, eso es todo. Es como la gripe, sin darte cuenta se mete dentro y te pones enfermo. Y lo peor de todo es que la rutina ya ha alquilado muchas habitaciones en mi cabeza. Te lo juro, no es fácil luchar contra ella, pero sé que algo falla. De nueve a dos, de cuatro a siete. Mierda. Odio los relojes, solo sirven para marcar las horas; un día de estos voy a quedarme en la cama y te aseguro que no habrá reloj que sea capaz de levantarme de ella...

 Cuando llegue espero no perderme, creo que con un poco de suerte quizás me acuerde del camino. De todas formas con el mapa no tengo problema. Lo he estado buscando y al final estaba en el cajón azul, donde guardo los recuerdos, también estaba el pañuelo. Te lo compré y luego se te olvidó. La verdad que siempre fuiste muy descuidada para esas cosas. Por lo menos así tendré algo tuyo.

 ¡... aquí!. Ojala, te he necesitado, sobre todo después de lo de  Silvia. Menos mal que encontré a Teresa. Es una buena mujer. No entendió muy bien por qué lo dejamos; la verdad es que tampoco se lo expliqué todo, no era cuestión... Pero ella me escuchó cuando hacía falta. Además, ya sabes que siempre me he abierto más a las mujeres. Estos dos también me apoyaron, pero no es lo mismo. Es curioso, hace tanto que la conozco, y me acuerdo que me la presentaste tú, bueno, el caso que hace tanto que la conozco y nunca hubiese pensado que fuese así. Al final uno se da cuenta que el mundo es una maldita pelota donde la gente va y viene, porque nadie me dura. Ni tú, que primero te fuiste, y nunca te lo dije, ni tú tampoco a mí, pero que creo que ya nada fue igual. Sí, es cierto, nos contábamos las cosas, pero aquel era tu mundo y este el mío. Y ahora...

 Me dijiste que lo habías dejado, que estabas limpia. Y te creí. Mierda. Ya veo que aprendiste a mentir, antes nunca lo hacías. Habérmelo dicho, no sé que hubiese hecho pero algo hubiese intentado. No tenías mal aspecto, un poco pálida, pero tu piel siempre era de ese color. No me lo explico, tía, cómo lo has podido hacer. Lo siento, estoy seguro que si aquel día te hubiese dicho otra cosa ahora estarías viva. Pero... ¿Qué se me había perdido a mí en París? A ti no sé, algo supongo, porque algo encontraste, pero yo, yo no tenía nada que rascar. Además justamente había pillado el curro y necesitaba el dinero. Y tú lo sabías. Lo siento tía pero es mi vida, no puedo vivir del aire...

 Quizás me deje el pelo largo y después me lo tiña de rojo. O teñírmelo ahora, con el pelo corto. El pelo largo me gusta. ¿Qué tal me quedaría?... como siempre me lo corto... Quizás primero me lo deje crecer y después me lo tiña de rojo, rojo como un tomate, ya verás, me quedará de puta madre...

 Por cierto, el fumeteo anda escaso últimamente. Por lo visto pillaron unos cuantos Kilos y ahora media ciudad anda a dos velas. Eso es una putada, porque llevo un tiempo sin poder pillar y a veces me apetece liarme un buen canuto y fumármelo tranquilamente en la cama. Relaja mucho.

 Nadie sabe qué fue de ella. Simplemente desapareció. Por lo visto no dijo nada, solo se fue. Sus amigos fueron a la semana a su casa y les dijeron que se había marchado. Nada más. A veces nos cruzábamos por la calle y charlábamos un rato. Algún día hasta nos tomamos unos cacharros. Parecía simpática. Solo sé que un día desapareció y fue como si la tierra se la hubiese tragado.

 ... mirar fuera se ha vuelto una herida. Fuera están las estrellas. Fuera están los muertos... y a veces dentro también. La gente desde arriba parece más pequeña. Sin embargo desde abajo todo se ve más lejano, será cuestión de perspectiva, supongo, pero me da igual, porque yo me siento en otro lado y no es en medio. Algunas veces yo también me quiero meter en las canciones y olvidarme, pero me cuesta mucho, todo me cuesta cada vez más. Solo sé que los elefantes están haciendo huelga de hambre en la oficina y ya casi se les ha olvidado volar, el IRPF les da cianuro y Paula no lo evita. Ni Silvia. Ni tú. Mirar fuera se ha vuelto salvaje porque dentro no hay besos de fresa ni sonrisas por almohadas. Pero dentro no estoy solo, estoy yo. Quité todo de las paredes porque así las puedo utilizar de pantallas de cine, es mejor. "El mundo está cerca, jódete" y se reía. Quizá era eso, ahora lo comprendo. Los vecinos parecen cuadros colgados enfrente de mi ventana, no se mueven, siempre están ahí. Ser aire y desaparecer, o por lo menos volar lejos. Eso es lo que quiero, irme y cruzar, sobre todo cruzar, no sé el qué, pero cruzar. Keyta parecía más vieja, pero más feliz. Echo de menos que fuera no esté el mar para poder ver el amanecer, sabes que he intentado atrapar el momento pero parece que la oportunidad ya ha pasado. Joder, tía, cómo te he echado de menos; Laika no me escucha, solo me mira, seguro, porque se hace la atenta pero nunca me dice nada. Y para eso ya tengo a la pared blanca. No era esto lo que quería cuando tenía quince años, pero como tense mucho la cuerda te digo yo de qué coño voy a comer... y encima vas y la jodes. Mierda. Y no sé cómo dejar de fumar. Mierda. Mierda mil veces. Joder tía, ¿Cómo te lo digo para que lo entiendas? Estoy hasta los huevos, yo no quiero todo esto, solo quiero que me dejen en paz...

          In my world I'm the king
          you can't get in it.
          I don't want.
          Fuck you.
          In my world I dream I shine
          You can't get in it because you aren't me.
          Fuck you.
          I am.
          I live in and it's cold out.
          So I don't want to go out.
          Because outside I'm small.

citas célebres (29)



Amar sin ser amado, es como encender un cigarrillo con una cerilla ya apagada.
George Sand (1804-1876) Escritora francesa.

El negocio del cine es macabro, grotesco: es una mezcla de partido de fútbol y de burdel.
Federico Fellini (1920-1993) Director de cine italiano.

La mejor receta para la novela policiaca: el detective no debe saber nunca más que el lector.
Agatha Christie (1891-1976) Novelista inglesa.

El español siempre lo sabe todo. Y si de algo no sabe nada, dice: "De esto hablaremos más adelante".
José Luís López Aranguren (1909-1996) Filósofo español.

Mi padre siempre me decía: encuentra un trabajo que te guste y no tendrás que trabajar un solo día de tu vida.
Jim Fox (1939-?) Actor británico

miércoles, 19 de marzo de 2014

poesia 109


El día en que yo  me muera

¿Quién se acordará de mí?

Tal vez nadie, tal vez ni haya vivido,

tal vez siquiera existí.

La tierra en que yo descanse

¿Tendrá flor para lucir?

¿Tendré tierra de descanso siquiera?

¿Primavera en que morir?

Ya no exijo nada... paz,

tal vez, sueños que sentir;

no pretendo gloria, tampoco dioses,

ni algo, ni nada... dormir.

Son tus ojos mi desvelo,

es mi vida tu vivir,

el día en que yo muera vagabundo...

¿Te acordarás tú de mí?

chistes (3)


¿Cómo se llama la máquina para hacer Antonios ?
Antonio Machín.

Un hombre entra en un banco y le dice a la cajera:
- Quiero abrir una puta cuenta.
- Por favor, señor, está prohibido hablar de esa manera aquí.
- ¿Por qué mierda prohíben eso?
- Señor, le suplico deje de decir vulgaridades.
- Me importa un pito lo que piense usted, yo sólo quiero abrir una miserable cuenta en este puto banco.
Entonces la cajera se va y regresa con el presidente del banco. El presidente le pregunta al hombre:
- Disculpe, caballero ¿le puedo ayudar en algo?
- ¡Carajo! Claro que sí. Acabo de ganar 35 millones de euros  en la lotería y quiero abrir una puta cuenta en este banco de mierda.
- Ya veo – dice el presidente -, y esta estúpida perra cabrona mal parida hija de puta le está molestando.

- Oye Paco,¿tú te duchas después de follar?
 - ¡Hombre, claro!
- ¡Pues ala… a ver si follas mas…!

citas celebres (28)


El mejor placer en la vida es hacer lo que la gente te dice que no puedes hacer.
Walter Bagehot (1826-1877) Economista y jurista inglés.

Ningún amor puede sustituir al amor.
Marguerite Duras (1914-1996) Novelista y guionista francesa.

Toda enfermedad viene causada por algo que no es una enfermedad.
Javier Marías (1951-?) Escritor español.

Dios no manda cosas imposibles, sino que, al mandar lo que manda, te invita a hacer lo que puedas y pedir lo que no puedas y te ayuda para que puedas.
San Agustín (354-430) Obispo y filósofo.

La lengua resiste porque es blanda; los dientes ceden porque son duros.
Proverbio chino