miércoles, 25 de febrero de 2015

los tres pitufines verdes

Eranse que se eran, tres pitufines, pit, pot, y put. Los tres pitufines verdes estaban tristes porque en su maravillosa y dulce cabaña de verano, dejarían de estar.

Hoy el estío termina, y como todos los años Dios ha dicho que el cielo está entantaranublado y me ha preguntado: Quién de vosotros lo desentantaranublará? Entonces yo, he tenido un pensamiento, una nebulosa filosóficamente dicotómica. Tengo la duda, sí, es cierto, ¿cómo lo podremos apañar? Esa es una de las disyuntivas de la cuestión dicotómica, de la que estamos hablando.

¿Vosotros como pitufines Verdes que sois de pro, qué opináis?
Pit dejó de hablar, y pot y put se miraron, serios, adustos, y con cara racional y razonablemente desasosegada.
No en vano, tanto Pit, como Pot, como Put, conocían lo complejo de esta complicada y casi irrealizable empresa. Pit, Pot y Put cogieron las trompetas y llamaron a Dios.
¡Dios! ¿Tas ahí? ¡No, no toy, tantico hoy! Los tres pitufines verdes bajaron la cabeza, ¿Si Dios no tá, quién etá?

Pit, Pot, Y Put, realizaron otras maravillosas empresas, pero eso ya es otra historia.

Cómor hacer humor (9º): No intentes hacer siempre la gracia

Hay una cosa fundamental que nunca hay que olvidar: no intentes siempre hacer la gracia. No se puede hacer reír a todo el mundo, no todas las ocasiones son adecuadas para parecer gracioso, y menos para serlo. Uno mismo debe ser consciente que a veces, ni el lugar, ni el entorno, ni la dinámica, ni las personas con las que te encuentras son el elemento propicio para intentar integrar el humor. Aunque yo creo que el humor siempre puede ser adecuado, por muy bien que éste esté hecho, hay muchas personas que no lo consideran igual. Hay gente que no lo entiende igual, incluso hay gente que aunque para ellos el humor sea un elemento importante, no consideran adecuado ese ingrediente. Incluso yo mismo pienso que a veces está fuera de lugar.


¿Cómo saber que la gracia no será bien recibida?

Supongo que por sentido común, que muchas veces es el menos común de los sentidos. No hay fórmulas mágicas. Hay situaciones obvias que solo a las personas menos oportunas se les escapa, para todas las demás, ante la duda, no lo intentes. El humor puede ser un punto de inflexión, pero si no estás seguro, no lo intentes. Puedes quedar como un absoluto estúpido. Y si quedas como un estúpido, esa imagen es difícil de remontar. Necesitarás tiempo y margen de maniobra, y en muchas ocasiones no lo tendrás. ¿Qué es una pena? Pues sí, pero como hemos comentado, para crear una primera buena impresión solo existe una oportunidad. Y esto es cierto, y experimentalmente demostrado está, que cuesta mucho remontar esa primera impresión, sobre todo si es negativa.

Otra cuestión importante es saber que concepto tienen de ti las personas que te rodean. Si tu imagen es sólida, positiva y consistente, puedes intentar “dinamizar” el ambiente con un elemento de humor. Si no es así, no arriesgues mucho, y si lo haces, estate seguro de que funcionará. Aunque nunca tendrás la certeza de que funcionará hasta que no lo intentes. Esto que digo y que parece una contradicción, realmente no lo es. Con los años, uno se suele arrepentir de las cosas que no ha hecho, más que de las cosas que ha hecho, y aunque la intención sea buena, la sola intención no bastará para disculparte. Más vale guardar esa “bala” en la recámara que gastarla inútilmente.

Una de las mejores formas de saber si una gracia posiblemente no funcionará es no olvidando algunos elementos expuestos anteriormente o que se expondrán posteriormente: la falta de respeto, de confianza, la falsa modestia, quién lo dice, el nivel cultural, y la socialización que se ha recibido son elementos fundamentales que debemos tener en cuenta. Por lo general, no obstante, nos desenvolvemos con personas similares a nosotros en ambientes también conocidos, por lo que facilita bastante las cosas. Seguro que no te será muy difícil hacer reír a tu mejor amigo…

Sin embargo, este manual no está hecho para esas situaciones, sino para situaciones nuevas, en las que la incertidumbre es mayor, y ni conoces al auditorio, ni el lugar, y quizás ni siquiera el idioma de forma correcta (esto también puede jugar a tu favor si sabes manejar la situación).

martes, 24 de febrero de 2015

citas célebres (204)

La cosa más difícil es conocernos a nosotros mismos; la más fácil es hablar mal de los demás.
Tales de Mileto (624 AC-546 AC) Filósofo y matemático griego.

La poesía no tiene tiempo, el que la lee la rescata, la hace presente y luego la regresa a su eternidad.
Doménico Cieri Estrada (1954-?) Escritor mexicano.

Dadme dos líneas escritas a puño y letra por el hombre más honrado, y encontraré en ellas motivo para hacerlo encarcelar.
Cardenal Richelieu (1585-1642) Noble y hombre de estado francés.

Queremos ser más felices que los demás, y eso es dificilísimo, porque siempre les imaginamos mucho más felices de lo que son en realidad.
Montesquieu (1689-1755) Escritor y político francés.

chistes (201)

- No sé si conseguiré enamorar a esa chica...
- ¿Tienes vacas y ovejas?
- Sí.
- Pues ya tienes mucho ganado.


- Mi mujer me dijo que necesitaba más espacio.
- ¿Y qué hiciste?
- La regalé un disco duro de 2Tb


- Me puede decir la contraseña del Wifi de su bar?
- Tómate una caña por lo menos, cabrón.
- Todo junto?

la urraca en la nieve (extracto) F. Javier Plaza

Cuando ya los tres nos acercábamos a la puerta caí de nuevo en la cuenta de que no visitaría aquel estudio durante meses y caí de nuevo en la cuenta de que durante meses no sería el artista privilegiado que podía sostener un Degas en mis brazos y acercarlo a la ventana a mi voluntad, para apreciarlo a la luz del sol, depositarlo con cuidado en su reposo y sustituirlo al momento por un Caibellote, y este por un Grenier, y luego por un Gaughin, y colocar uno junto al otro para apreciar las diferencias en soledad, solo para mí, y sentí nostalgia. Añoré el lugar sin haberlo abandonado, aún no nos hemos separado y ya te extraño, decía el poeta, y salí del estudio taciturno y apagado. La llave cerró, con doble vuelta, resguardando así el caballo en irreal postura, el bodegón más delicado del París más miserable y mi retrato con Eloise, presente pero distante. Aún debería despedirme de ella, tal vez por carta si no encontraba el momento o el ánimo para hacerlo en persona. Observé la desgastada puerta que se había cerrado y sin desearlo dejé huir un furtivo suspiro a modo de sentida despedida. Yves apoyó su mano en mi hombro, sintiendo tal vez mis sentimientos.

- Como te pongas llorón y me amargues la noche te mando a casa..

Y comenzamos a pisar los viejos escalones, los tres juntos aunque con diferente destino. a nosotros nos atraían las brillantes luces de Montmartre, a Víctor le reclamaba la cálida luz de su hogar. Y en aquel instante de melancolía creo que le envidié.


Extraído de la novela "La urraca en la nieve" de F. Javier Plaza

http://www.casadellibro.com/libro-la-urraca-en-la-nieve/9788494278457/2433470

poesía nº 279

La belleza está en los ojos del que la mira.
Soy un perro que se domó a si mismo,
y que al tirar de la cadena
no le quedó al final
más que una mano que se ahogaba en el abismo.
La belleza está en los ojos del que la mira,
y la sed en la garganta del que la sufre.
La belleza está en tus ojos, que me miran
desde el brillo que despide el reflejo
de la luz que inunda tu pupila,
y que al mirarme,
me dicen cosas que callan tus labios
en la estancia muda de una boca que suspira.
El silencio.
El silencio.
No hay nada más hermoso que el sentimiento
que no se dice por miedo a no ser aceptado
y no hay nada más triste
que el hecho de no decirlo.
El silencio.
El silencio vacuo de esta vida
apurada que se desmaya exhausta
de dolor por el frío de esta herida.
El silencio helado
de una blanca pureza inmaculada.
La nieve de mi Antártica,
de mi universo solitario.
La belleza está en los ojos del que la mira,
y cuando te miro siento la hermosura en mí mirada,
una mirada que calla y ve pasar el tiempo,
un tiempo que marchitará la belleza en mi posada.

lunes, 23 de febrero de 2015

citas célebres (205)

No existen más que dos reglas para escribir: tener algo que decir y decirlo.
Oscar Wilde (1854-1900) Dramaturgo y novelista irlandés.

La música es la aritmética de los sonidos, como la óptica es la geometría de la luz.
Claude Debussy (1862-1918) Compositor francés.

Las obras de arte nacen siempre de quien ha afrontado el peligro, de quien ha ido hasta el extremo de la experiencia, hasta el punto que ningún humano puede rebasar. Cuanto más se ve, más propia, más personal, más única se hace una vida.
Rainer María Rilke (1875-1926) Escritor austríaco.