domingo, 16 de noviembre de 2014

poesía nº 209

Los mundos que imaginé, lo circundante
A ti, que no tú, fue lo que creó
La historia que en mi recuerdo quedó
Como un sueño que no es y que fue antes.
Los mismos mundos y los mismos sueños
Que continuaron algo terminado
De forma artificial, creando al lado
Una verdad falsa de la que soy dueño.
Lo sé, el tiempo al fin me lo ha dicho,
Revolviendo en el baúl de la memoria
Encontré los vestigios del retazo
De tu forma, que no tú, y en el nicho
Lo he vuelto a enterrar para olvidar esta historia
Que me inventé y que creyó amar tu regazo.

sábado, 15 de noviembre de 2014

DON´T THINK IT HASN´T BEEN NICE

“Don´t think it hasn´t been nice” le dije. Como Cary Grant en la pantalla. La sueca se quedó ahí, como traspuesta después de tanto gritar. Yo le dí lo suyo, claro está, y parece que le gustó. Me encanta esa frase, “Don´t think it hasn´t been nice”, sobre todo cuando enciendo el cigarro. Después ella sonrió, no sé si por la gracia de la frase o por su cara de placer. Todas lo hacen cuando termino. Es como un ritual, a cada una una vez, y ya no la vuelvo a repetir. Es mi grito de victoria. Creo que se llamaba Linda, aunque no lo recuerdo bien, porque sólo se lo oí un par de veces y después ya no se lo pregunté más. Con su hermoso pelo largo, teñido ligeramente de color sangre.

No sé por qué me he acordado ahora de ella; uno siempre se acuerda de las cosas más insólitas. ¿Linda o Cindy ? Al final todos los nombres se parecen. Alguién diría que son los cuerpos los que se parecen y los nombres los que se diferencian, pero yo creo que es al revés, porque el nombre no es exclusivo, y en cambio cada cuerpo es intransferible y con su olor particular. Me encanta oler a las mujeres. Quizás por eso me acuerdo de la sueca, porque todavía puedo recordar su olor de mujer cansada, que ha subido a la cima de la montaña y no le apetece bajar.

Me gustaría volverla a ver. Acariciar de nuevo su piel y sentirme rodeado por sus piernas. ¿Dónde estará? ¿Qué será de su vida? Fue una de las pocas con la que he desayunado. Se levantó, llenó la mesa en un par de minutos, después la vaciamos y se marchó. Nunca nadie me ha servido el desayuno para luego marcharse. Esa ha sido la diferencia entre ella y las demás, aunque no sé si la única, porque pensándolo bien yo no soy de los hombres a los que se les gana por el estómago. Todavía seguía oliendo igual cuando se fue, creo, o tal vez ese recuerdo ya se me había metido dentro de la nariz para alojarse en mi cabeza.
El caso es que me gustaría volver a oler su piel y su pelo, ver si se lo sigue tiñendo igual, con la misma cara de mujer cansada después de cada orgasmo; ceñirme sus piernas como cinturón y sus pies como hebillas. Y eso que no soy nostálgico, nunca lo he sido. Puede que sea la edad y que me esté haciendo viejo sin tiempo, y que precisamente ese tiempo que no ha pasado me haga pensar en un pasado mucho más lejano del que realmente es, y de que ese futuro que aún no es sea el presente que siento, impidiéndome sentir este momento como real, matándolo, deshojando una margarita que aún no ha muerto.

Podría completar un abecedario con el nombre inicial de las mujeres con las que he estado y aún tendría muchas letras repetidas, algunas varias veces. Incluso la letra L estaría repetida, Lisa y Laura, además de Linda. Creo que podría jugar a ese juego de formar palabras y sumar puntos con las letras ganadas con mi lanza. Dueño del tablero. Puede decirse que si el juego no hubiera estado inventado anteriormente yo lo habría inventado. Todo el mundo colecciona algo, y yo poseo mi colección personal.

Sin embargo empiezo a tener un problema que observo no quiero resolver y debo. El problema es que he comido muchos dulces y ahora no sé cómo parar y estar con una dieta razonable. No sé cómo no pensar en la seducción, en no jugar a un juego que a fuerza de jugar ya me sé de memoria y que me aburre y me obsesiona a la vez. Cuando pienso en mi curioso abecedario ya no sonrío y lo acepto como una concatenación de eslabones que forman una cadena, y que con cada eslabón añadido sólo aumenta el peso de aquello que me limita. No es el sexo el placer sino la culminación de la estrategia desarrollada, la aceptación de mi perspectiva y mi juego el premio a mi triunfo. Con el tiempo el sexo se ha convertido imperceptiblemente en el precio que tengo que pagar para no parecer algo que quizás sea y no quiero ser. Es la vergüenza que siento hacia mi acción el motor que me permite finalizar cada actuación. Un motor que a base de forzarlo comienza a perder fiabilidad, con el consiguiente temor a que me deje cualquier día tirado en medio de la carrera. Y es triste saber que sólo el hecho de poner en entredicho mi orgullo masculino sea el elemento que me hace contemplar fríamente una situación que sospechaba anómala y que ahora considero preocupante.

Cary Grant al final se va con la chica, pero yo me quedo solo, porque no puedo seducir dos veces a la misma mujer y no puedo estar seduciéndola constantemente, se me ha olvidado esa ilusión. La frase en sus labios siempre resulta nueva, pero en los míos a perdido su brillantez y su frescura. Quizás Linda ya sabía todo esto antes que yo y su desayuno sólo era el reconocimiento a mi gran puesta en escena. Posiblemente ya conocía el truco y se dejaba impresionar como los padres junto al hijo en la cabalgata de los reyes magos. Entonces la moneda con la que me pagó sería falsa, su precio nulo, y su bálsamo a largo plazo tan estúpido como el dolor que esta suposición me produce. Esta noche seré un hombre de verdad, actuaré en consecuencia con mi pensamiento, y mañana me levantaré como nacido de nuevo, resucitado. Y cuando me mire al espejo sonreiré, y pensaré “Don´t think it hasn´t been nice”

jueves, 13 de noviembre de 2014

citas célebres (176)

Un libro de cabecera no se escoge, se enamora uno de él.
Jose Luis de Villalonga (1920-?) Actor y escritor español.

Con las personas que no puedes amar, muéstrate siempre amablemente evasivo.
Eugene O'Neill (1888-1953) Dramaturgo estadounidense.

Un buen vino es como una buena película: dura un instante y te deja en la boca un sabor a gloria; es nuevo en cada sorbo y , como ocurre con las películas, nace y renace en cada saboreador.
Federico Fellini (1920-1993) Director de cine italiano.

poesía nº 22

Tiento en el vacío
intentando agarrarme
donde pueda olvidarme
de este enorme hastío.
Idolatro el recuerdo
de la diversión de una orgía
donde retando a la monotonía
soñé estar cuerdo.
Despierto de la felicidad
obvia de tu cuerpo,
donde, llegando al éxtasis,
creí tocar la eternidad.
Aún sin tener opción
pretendo elegir el sueño,
pues viendo la realidad
anhelo mi deseo.

lunes, 10 de noviembre de 2014

citas célebres (175)

El hombre tiene corazón, aunque no siga sus dictados.
Ernest Hemingway (1896-1961) Escritor estadounidense.

La música constituye una revelación más alta que ninguna filosofía.
Ludwig van Beethoven (1770-1827) Compositor y músico alemán.

Un intelectual es el que dice una cosa simple de un modo complicado. Un artista es el que dice una cosa complicada de un modo simple.
Charles Bukowski (1920-1994) Escritor estadounidense.

chistes (121)

- Uy, ¡Señora, que gemelos más bonitos tiene!
- No son gemelos, es que es un niño muy nervioso.


Esto que entra un barco en un muelle y rebota...


Un hombre que va por la calle lleno de arañazos, con sangre por la ropa y por la cara y se encuentra con un amigo que al verle le pregunta:
- ¡Manolo! ¿De dónde vienes así?
- De enterrar a mi suegra.
- Pero…¿ y estas pintas?
- Es que no quería morirse...

domingo, 9 de noviembre de 2014

poesía nº 203

Quisiera recordar dónde está la huida,
Dejarte marchar como he dejado todo
Lo demás, llorar y dejar que las lágrimas
Limpien el barro que oculta el oro.
Quisiera soñar y soñar contigo,
Amar la vida y dormir en tus ojos,
Acariciar la piel que te cubre
El alma y después sentir tu sonrojo.
Podría decirte tanto, quererte
Tanto, besar tanto tus labios poco
Amados. No busco nada más que
Tu pureza, tú en todos los modos,
Todas las formas, todos los… y en la
búsqueda se me escapan las pistas
donde encontrarte. ¿Acaso podría
ser distinto? No quiero más de los demás
solo de ti, para luego quedarnos atrás
y verter la vida sin luces ni sombras,
solo de ahora. Te quiero, tanto
que negarlo solo me produce risa.
¿No estás aquí para eso? Quédate,
Sabes que es mentira lo contrario.
¿Y por qué no? Deshazte en mí,
Dilúyete en mí, como la brisa
Lo haría en el mar o el odio
En la muerte, calla tus palabras
En mi boca y con mi lengua, en la punta
De mis dedos temblorosos que se asolan
En el desierto. Y es por eso, lo sabes
Bien, que callo la locura de esta
Amargura con nombre de mujer,
Tu nombre, tu nombre insolente,
Tu nombre ajado en mi frase
Tantas veces repetida, tantas veces
Anhelada. Para qué negar lo evidente,
Siendo tu amante en mi mente
Solo consigo amarte de modo diferente
A como quisiera de verdad, en cuerpo
Y alma, en absoluto (eternamente).
Necesito tu amor, absurdas palabras
Sin tu presencia, para que comas
Todo mi cuerpo hasta morirte después,
Para que el suelo no se acabe debajo
De mis pies y no caiga al vacío
De mi soledad, de toda mi inmensidad.
Voy a dejarlo, solo, callado, yerto,
Buscando eso que duerme al lado
Y que nos mata poco a poco,
La misma llama que nos da calor
Y que consume la hoguera del hogar;
Voy a pensarlo, paciente, y luego voy a dar
Lo esencial de mí, que es tu amor.