jueves, 21 de abril de 2016

poesía nº 173

He intentado ahogar mi soledad
Hambrienta soñando con tus besos.
He buscado cómo engañarla y
Luego he despertado viéndote lejos.
Soñar es fácil si el sueño es dulce
Y el despertar alegre y sereno,
Pero la amargura no es compañera
Ajena del insomnio, triste y cierto,
Que me envuelve despierto entre las
Sábanas revueltas del recuerdo,
Tu recuerdo. Ahogar la pena de
Mi soledad hambrienta en tus luceros
Y luego dormir en tu regazo
Sumido en la esperanza de los tiempos.
Te he besado en todas mis noches
A través de la lejanía, despierto
En mi insomnio, y te he besado la
Piel, labio a labio, vistiendo a besos
Tu recuerdo inquebrantable en los años,
Buscando la razón en los momentos,
Y entre beso y beso y año y año
Solo he conseguido aumentar el celo
De mi soledad hambrienta por el
Hambre de los sueños de tus besos.

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