viernes, 28 de agosto de 2015

poesía nº 246

Las cosas que nunca te dije
fueron mi puñal envenenado,
penumbras que crecieron omnímodas
dentro de mí y que me ahogaron
con su vacío,
con tu vacío helado.
Las cosas que nunca te dije
me dijeron
las palabras del mensaje abandonado,
aquellos que tanto amé,
aquellos que jamás cicatrizaron
porque el dolor,
aunque se acabó,
dejó el fuego sin apagarlo.
-¿Cuándo me dirás tu último aliento?
-¿Quién enterrará la voz?
-¿Cuánto cuesta soñar
Con un sueño imaginario?
-Lo que vale un sueño,
un sueño que no volverá a ser soñado.
Las cosas que nunca te dije
me recuerdan por qué nunca te las dije,
por qué nunca las he pronunciado.
Y es eso, precisamente,
lo que me queda todavía,
el no haberte dicho nunca
que no te dije todo lo que hube pensado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario