martes, 21 de octubre de 2014

citas célebres (170)

El hombre tiene mil planes para sí mismo. El azar, sólo uno para cada uno.
Mencio (372 a.C.-289 a.C.) Filósofo chino confuciano.

No por mucho madrugar amanece más temprano.
Refrán

Hay dos maneras de vivir su vida: una como si nada es un milagro, la otra es como si todo es un milagro.
Albert Einstein (1879-1955) Científico alemán nacionalizado estadounidense.

Alégrate de la vida porque ella te da la oportunidad de amar, de trabajar, de jugar y de mirar a las estrellas.
Henry Van Dyke (1852-1933) Escritor estadounidense.

Si buscas la verdad, podrás encontrar confort al final; si buscas confort, no encontrarás ni verdad ni confort.
Clive Staples Lewis (1898-1963) Escritor británico.

poesía nº 164

En la noche que duermo
Despierta mi otra vida,
Aquella que nadie conoce
Y que nunca ha existido.
La verdad que no puedo ser
Y que fue a apagarse
A los rincones de la inconsciencia,
Cansada de esperar
A la sombre de la cara prohibida.
Puedo contarte todos los sueños
Que tuve y que tendré
Y verás que en ellos
Lo que pudo ser y lo que será
No es menos cierto
Que lo que pasó de verdad.

chistes (117)

Dos amigos en un bar:
- ¡Hoy al salir del curro he atropellado un unicornio!
- ¡No jodas! ¿Tienes curro?


Dice una gitana:
- ¡Como me toque la primitiva, me vi a comprá un traje de lentejuela!
Y contesta su churumbel:
- Eso mare, con su chorisuelo y su morsilluela.

lunes, 20 de octubre de 2014

poesía nº 235

La muchedumbre solitaria en la masa De la gran ciudad me han hecho indiferente A esta metáfora de abandono, y de repente He sentido cómo la metrópolis me sobrepasa; Ya no pertenezco a ella.

citas célebres (169)

Mi profesión es ser libre. George Sand (1804-1876) Escritora francesa. La poesía es un intento de aproximación a lo absoluto por medio de los símbolos. Juan Ramón Jiménez (1881-1958) Escritor español. Cuando las barbas de tu vecino veas pelar, pon las tuyas a remojar. Refrán Si dais la impresión de necesitar cualquier cosa no os darán nada; para hacer fortuna es preciso aparentar ser rico. Alejandro Dumas (1803-1870) Escritor francés. Hay hombres que luchan un día y son buenos. Hay otros que luchan un año y son mejores. Hay quienes luchan muchos años, y son muy buenos. Pero hay los que luchan toda la vida, esos son los imprescindibles. Bertolt Brecht (1898-1956) Dramaturgo y poeta alemán.

domingo, 19 de octubre de 2014

Cuento infantil: La abejita y la flor

En un país muy lejano, vivía una pequeña abejita. Era una abejita muy bonita, con su camisa amarilla y negra, muy bien planchada, y unas antenas muy lustrosas. Un día, la abejita estaba encima de una flor. ¡Hola! Le dijo la flor. Al principio la abejita se asustó un poco, porque nunca había oído hablar a una planta, pero rápidamente se recompuso. ¡Qué curioso! Respondió, una flor que habla… ¿Quién te ha enseñado? No es muy habitual… ¿Y cómo produces el sonido? Porque tú no tienes boca. La planta se le quedó mirando, y le contestó: Te hablo con tu propia imaginación, porque eres tú quien desea que te hable, y sólo así me puedes escuchar. La abejita se quedó pensativa, ¿cómo era posible que fuera ella misma, y no la planta, quien dijera las palabras? Sabía que no estaba loca, y que la escuchaba perfectamente. - Solo es cuestión de querer, y escuchar -, le volvió a decir la planta a la abejita. - Aprender es lo importante. De la misma forma, deberías hacer lo mismo con tu corazón. Desde ese día, la abejita va a visitar a su amiga la flor, le enseña geografía, le cuenta los sitios que ha visto, los animalitos que ha conocido, y el récord de velocidad que ha conseguido volando para atrás. Y la planta le ha enseñado, poco a poco, pero con paciencia y tesón, a escuchar a su corazón.

sábado, 18 de octubre de 2014

poesía nº 207

Y sin embargo no puedo olvidarte, Dejarte a un lado y marcharme Lejos sería atentar contra la otra parte De mi alma. Además, sé que mis zapatos Volverían para atrás en busca del Recuerdo de las alegrías dejadas En el camino andando. Cómo no querer Tenerte, no es que no puedo, es que Ni quiero olvidarte, quemas al agarrarte Pero no hay más y algo hace falta. Y me preguntarás que por qué y yo Te responderé que no lo sé, Porque ésa es la respuesta correcta Y la única verdadera. Y después jugaremos Sin nombres, sin fuego no hoguera. Déjame estar, bucearé un poco Por la mañana sin meter ruido al cerrar La puerta del balcón o el cristal de la ventana, Porque el amor (no hablemos del amor, ahora No, no es esa la palabra ni el dolor) porque el amor, Digo, no busco su esencia sino su apariencia Ya que sé que en ti no hay de eso Y por lo menos tendré un caramelo Y no una postal de tu imagen por radiografía; ¡qué tontería! ¿no? pero no hay otra solución. De verdad te lo expreso, te lo juro Y te lo afirmo desde lo más oscuro De mi ánimo, pero no hay besos Y sin eso el combustible se me acaba Para calentarme en invierno. Se apaga, lo presiento, Y yo sin decir lo que en realidad Siento por ti. No te lo diré porque no lo sé, Pero sí sé lo que quiero y lo que quiero Es callarme para después comerte Con esta boquita que se muere Por lamerte y por besarte, Porque a falta de conocimiento De la frontera entre amor y deseo Prefiero quedarme con los dos Para después elegir entre lo uno Y lo otro, lo primero o lo segundo, Lo segundo o lo primero, o mejor No hacerlo, como sueña Para sí el mundo entero.