jueves, 13 de marzo de 2014

citas célebres (15)



Quien no haya sufrido lo que yo, que no me de consejos.
Sófocles (495AC-406AC) Poeta trágico griego.

Pero... si Dios es más fuerte que el diablo, ¿por qué Dios no mata al diablo y así él no hará más hombres malos?
Daniel Defoe (1660-1731) Novelista y periodista inglés.
El que se encadena a una alegría, destruye una vida libre; pero el que besa la alegría en su vuelo, vive el amanecer de la eternidad.
William Blake (1757-1827) Poeta y pintor inglés.

La mentira más común es aquella con la que un hombre se engaña a sí mismo. Engañar a los demás es un defecto relativamente vano.
Friedrich Nietzsche (1844-1900) Filosofo alemán.

A menudo se echa en cara a la juventud el creer que el mundo comienza con ella. Cierto, pero la vejez cree aún más a menudo que el mundo acaba con ella. ¿Qué es peor?
Friedrich Hebbel (1813-1863) Poeta y dramaturgo alemán.

poesía nº6



Por favor, dime un te quiero,
no me lo niegues, no insistas,
dame un te quiero aún mintiendo.
Por favor, dime algo, una esperanza mal hilada,
no es más puro el sentimiento
por ser más bella la palabra.
por favor, pídeme por favor
un brillante rayo de luz del mañana,
un rayo de luz de nuestro mañana de amor.
Dame tu amor, tu sentimiento, tu mirada,
tu rayo de luz de luna clara...
¡No! mejor no, no me des nada...
pero... por favor... no te vayas.

miércoles, 12 de marzo de 2014

citas célebres (14)



Un libro es como un jardín que se lleva en el bolsillo.

Enseñar es aprender dos veces.
Joseph Joubert (1754-1824) Ensayista y moralista francés.

No recibimos una vida corta, sino que nosotros la acortamos. No somos de ella indigentes, sino manirrotos.
Séneca (2 AC-65) Filósofo latino.

Bajo un gobierno que encarcele a alguien injustamente, el sitio adecuado para una persona justa es también la cárcel.
Henry David Thoreau (1817-1862) Escritor, poeta y pensador.

La oscuridad nos envuelve a todos, pero mientras el sabio tropieza en alguna pared, el ignorante permanece tranquilo en el centro de la estancia.
Anatole France (1844-1924) Escritor francés.

9,8 m/s (al cuadrado) (IX/2)



 ... mucho caso. La última vez fue como un presentimiento, un presagio. No todas las paredes tienen esquinas, es algo que he aprendido con el tiempo. Al final se llega al mismo sitio y eso es otro algo que he aprendido, es como un círculo. Círculos negros. Agujeros negros. Siempre decías que aquello de ahí arriba era demasiado grande para meterlo dentro, que no cabía en el mar. O círculos de humo. O de cristal. O de mierda, me da igual, yo no los he puesto. No la has palmado, aquí todavía hay sitio para todos, creo, no hace falta que te marches. Joder, si después de todo hasta tendrás razón, no es justo. Mi hermano se fue, Silvia se me ha ido, tú te vas ahora... ¿Quién coño será el siguiente? El círculo se hace más pequeño; al final solo quedaré yo y entonces no tendré con quien jugar a nada. Y eso es muy triste, no es justo.

 ...debajo de tu casa y me acuerdo de ti. La están dejando preciosa, la tendrías que haber visto, los árboles por aquí y por ahí, no está mal... entonces nos callamos y andamos, juntos, a mil kilómetros de distancia. En los tiempos duros uno necesita a una mujer cerca, aunque solo sea una amiga. El otro día nos cruzamos con Keyta y me preguntó si estaba liado con ella. Le dije que no, que solo era lo que era, nada más. Estaba más gorda, esperaba su segundo hijo. Le felicité. Supongo que tener hijos debe ser bonito. Cuando nos despedimos me miró cansada, como si algo de mucho peso le hubiese caído encima. Parecía vieja, mucho más vieja que yo. Pero más feliz. Luego nos fuimos al pantano en el coche. Este año anda más seco, es una pena. Fue un buen día, agradable. Teresa es un buena mujer.

 ... tiempo que no iba a París, y ojalá no hubiese tenido que haber ido hoy, o por lo menos por esto. A veces recuerdo aquellos dos primeros viajes y entonces abro la caja de zapatos y salen aquellos días. Todos en color, parecíamos tan jóvenes, y sin embargo no ha pasado tanto, del primero unos diez años. Las fotografías son un buen invento, no meten ruido, no se quejan, solo están ahí cuando tú quieres, no son como los despertadores. Una muerta, tres casados, cuatro sin curro fijo, uno en la cara B y los demás en paradero desconocido. Y yo. No falta nadie. Cual-quiera lo diría cuando se sacó la foto. O alguno quizá sí, vete a saber. El Louvre, el Sena, la Torre, Notre Dame... En fin, lo típico. Tuvimos mal tiempo durante todo el viaje, lo recuerdo muy bien. Por suerte hoy hará mejor. Será un buen día. El segundo fue distinto, sólo estábamos los dos. ¿Te acuerdas?. Siempre diciendo a alguien que nos sacase la dichosa foto, que siempre había algún necio que la sacaba mal y luego no salía. No sé si fueron mejores los días o las noches, solo sé que en aquella época soplaron bue-nos vientos...

 ...¿Y por qué no? Es lo que me pregunto siempre, después de todo, no lo hace diferente, ni mucho menos de otra forma. Además, suponiéndolo, sólo es cuestión de tener un poco de suerte en lo más importante, lo otro se puede aparcar a un lado y esperar...

 ...quizás tuviese razón, no te lo niego. Aquella película con el vacío en la cabeza, los Samshing rebotando en los oídos. Después lloraste. No me gustaba verte llorar, nunca, me sentía extraño, inútil. Como la última vez que te vi. Yo casi. Sin palabras. Sin besos. Ya no los habrá. Sólo con la mirada. Tú te fuiste y yo me quedé viendo cómo desaparecías entre las nubes. Lo peor de los despedidas son la vuelta a casa, sobre todo cuando vuelves solo. Si hubiese sabido que era la última vez no te hu- biese dejado ir, no te puedes imaginar lo rápido que se puede llegar a marchar un avión hasta que no te paras a verlo.

 Néstor y Yukari me querían acompañar, pero yo les he dicho que no, que no hacía falta. No podía tener a nadie cerca. Se han llevado una gran sorpresa, como para no llevársela. Les caíste bien. Dijeron que eras una chica muy simpática. Fue una lástima que te quedases tan poco. Te dije que en Otoño iría unos días a tu casa y así volveríamos a ver todo aquello. Hubiesen sido unas buenas vacaciones... ahora tendré que buscar otro sitio, o por lo menos otra gente. Supongo que iré con Nestor y Yukari de acampada a algún sitio en la montaña, a los tres nos gusta la idea, y así, de paso, ahorro algo de dinero, que el futuro se presenta incierto. Me prometieron un aumento en la oficina, pero de eso ya hace tiempo y todavía no he visto un duro de más. Joder, si encontrase un trabajo igual en otro lado me iba, pero claro, bastante hay con lo que hay y más vale no tensar mucho que como se rompa la cuerda ten por seguro que no encuentro otra. Y entonces te digo yo quien va a pagar todo sin un puto duro en el bolsillo...

 Más vale un buen recuerdo que mil historias. Es algo que oí el otro día por la radio y se me quedó. Lo dijo un tío que parecía majo, creo que tenía razón. Era un programa donde la llamaba y contaba historias. Todas eran parecidas. Contaba que estuvo con una chica y que todo acabó, que todavía la quería, todo eso; como cincuentamilmillones de historias del mismo color negro. Realmente odio esos programas, sin embargo a veces los pongo, no sé por qué, pero lo hago. Debe ser un asunto de imbecilidad, algo intrínseco al ser humano. Debe ser un asunto de imbecilidad, creo yo, porque siempre acabo acordándome de Silvia, de su pelo, de sus ojos, de sus labios, de su cuerpo desnudo y cuando hacíamos el amor. También me acuerdo de los fantasmas y del trozo de cielo azul. Después de Patricia. Quizás valga más un buen recuerdo que mil historias, pero muchas veces un recuerdo no basta, se queda muy pequeño para lo que me gustaría que fuese. De todo fue hace tanto que uno ya no sabe si fue como fue o fue de otra manera. Me da igual. Solo sé que ahora está con otro y parece feliz, o eso me dijo. Patricia es pasado, pero que vuelve siempre, cuando sueño, cuando estoy solo, cuando no quiero. Le hablé de los elefantes pero era como hablarle a una pared. Yo no sé por qué será todo así, cuando pongo la tele todo el mundo parece maravilloso, no sé por qué mi vida no puede ser igual. Silvia supo lo de los fantasmas y salió corriendo, que si no sabía mantener una relación que no la tuviese, que a ver quién era yo para jugar con los sentimientos de otras personas de esa forma, que le había hecho mucho daño, pero que me comprendía y lo sentía por mí. Te juro que nunca me he sentido más bastardo que enton-ces, si algo odio es saber que el que ha fallado he sido yo.

 No sé si ya te lo he dicho pero un día de estos me voy a teñir el pelo de rojo...

poesía nº 321



He vivido toda mi vida
A cuenta de los demás.
He reído,
Bailado,
Me he emborrachado
A cuenta de los demás.
He conocido,
Sentido,
Arengado,
Incluso he dado lecciones
De filosofía vital,
De saber estar,
A cuenta de los demás.
Me han llamado maestro,
Y solamente por mis palabras.
¿Quién me salvará,
Sino tú,
De mí mismo?
¿Quién levantará mi bandera,
Sino tú,
Cuando la verdad descubra mi careta?
Perdóname,
Mi amor,
Por haber sido una marioneta de humo.
Hay descenderé de mi pedestal de papel
Para ser un hombre de carne y hueso,
Y te daré
La realidad de mi persona.
Acurrúcame,
Abrázame fuerte,
Porque hoy
Empiezo a existir,
Y el frío
De esta nueva realidad
Me hace buscar tu calor.
¿Quién quiero ser yo,
Sino acaso
La proyección de tus sueños?